CRÓNICA Inundaciones en Euskal Herria
Bizkaia revivió en algunos momentos el trágico recuerdo de 1983
La ría lleva el mismo color del agua que en el 83», resumía una mujer, mientras observaba el caudal al paso por la capital vizcaina, la pesadilla que miles de vascos revivieron ayer. numerosos municipios se despertaron con el agua hasta la cintura y aguantaron la respiración. Al final, la historia no se repitió.
K. PETRALANDA - A. GOIKOETXEA - J. VIVANCO
Llovía sobre mojado. La jornada del sábado no cesó de llover, después de un mes de mayo que ha batido récords de precipitación. A medianoche de ayer, la estación meteorológica de Punta Galea, en Getxo, registraba en apenas diez minutos unos espectaculares 7,6 l/m2. Era un aviso.
«Ojo con las posibles inundaciones. Acabo de llegar a casa y en Bilbao llovía como si del Monzón se tratara», escribía alguien a eso de las 2.53 horas en un foro de meteorología en el que participan muchos aficionados vascos. «Impresionante lo que está cayendo por aquí», hacía lo propio otro de Plentzia una hora después. Y proseguía: «Toda la bajada del pueblo inundada y los bomberos achicando agua en la calle principal. El pluviómetro se me ha desbordado». Era el anticipo de lo que estaba por venir. En sólo las primeras ocho horas de este primero de junio se iba a superar la media histórica de precipitación de este mes.
Metro y trenes afectados
Por lo que respecta a la repercusión directa de las inundaciones en el transporte y las infraestructuras viarias en el área metropolitana de Bilbo y las comarcas de Uribe Kosta, Ezkerraldea y Enkarterriak, la línea 1 de Metro Bilbao quedó cortada entre San Inazio y Plentzia desde las 5.30 hasta la tarde. En el tramo Urduliz-Plentzia se pusieron en marcha autobuses alternativos, toda vez que la línea 2, Etxebarri-Portugalete, acumuló retrasos.
También se mantuvo cortada durante toda la jornada la línea de Feve entre la capital vizcaina y Balmaseda. EuskoTren restableció a las 14.00 el servicio del funicular de Larrañeta, en Trapagaran, tras ser restituido el suministro eléctrico que se había interrumpido a las 12.30.
Renfe, por su parte, suspendió temporalmente su servicio en la línea C-3, entre Bilbo y Urduña, mientras que las líneas C-1, Bilbo-Santurtzi y C-2, Bilbo-Muskiz, acumularon retrasos. Los desprendimientos en la línea y la caída de árboles sobre la catenaria afectaron asimismo a los largos trayectos, concretamente a los trenes con destino a Vigo, Madrid y Barcelona.
En cuanto a las carreteras, el agua motivó el cierre de la carretera de La Avanzada, a la altura de Leioa; el corredor de Uribe Kosta, en Getxo; tramos en la carretera que une Berango, Sopela y Plentzia; toda vez que en la A-8, entre Santurtzi y Galdakao, las balsas de agua motivaron que quedaran carriles cortados. En la N-334, entre Galdakao y Bilbo, también hubo carriles cortados y se produjeron desprendimientos en Etxebarri.
Balsas y desprendimientos
Tampoco se salvaron de desprendimientos y balsas de agua carreteras de la comarca de Uribe Butroe, mientras que en el resto de Euskal Herria, cabe destacar los problemas registrados en vías de las comarcas de Goierri y Urola por el desbordamiento del río Oria. En Nafarroa estuvieron cortadas la NA-30, en los accesos a Landaben; la NA-6120 en el área de Tafalla; y la NA-6310 en la comarca de Lizarra. La NA-2410, en Sakana, estuvo cortada durante buena parte del día a la altura de Uharte-Arakil.
El Gobela se rebela
El desbordamiento del río Gobela hizo revivir en Getxo una situación que recordaba a la de 1983, aunque la proliferación de viviendas y edificaciones durante los últimos años junto a su cauce motivó que los daños materiales fueran, si cabe, mayores en algunos puntos.
El agua anegó garajes, bajeras, locales comerciales y primeras plantas en la calle Aldapa, Bizkarre, los Puentes, Fadura, Makaletako Etorbidea, Ollaretxe, la zona baja de Neguri Langile en las inmediaciones del Parque Gernika, concretamente las calles Acacias, Elcano y proximidades, además de Larrañazubi, la ikastola Gobela y también algunas zonas de los barrios de Neguri y Romo. Vecinos de Neguri manifestaron que fueron avisados por personal municipal del desbordamiento hacia las 4.00 de la madrugada, aunque otros residentes en zonas afectadas de Algorta negaron haber recibido aviso alguno.
Efectivos de la Policía Municipal, Protección Civil, Cruz Roja y DYA, así como operarios de los servicios técnicos y de las contratas municipales se movilizaron y utilizaron lanchas neumáticas, grúas y vehículos todo terreno para rescatar, al menos, a medio centenar de vecinos de sus viviendas, que fueron inicialmente trasladadas y acogidas en la Residencia Municipal del Sagrado Corazón. También a este lugar fueron trasladados quince asistentes a una celebración, a quienes el agua sorprendió en el restaurante.
Hubo mucho trabajo en la instalación de motobombas y en el envío de productos de primera necesidad a algunas viviendas, y fueron numerosos los vehículos aparcados en la calle atrapados por las aguas. Cabe destacar la inundación de la autovía de circunvalación, el corredor de Uribe Kosta, que presentaba la imagen de un auténtico río a la altura de Zubilleta, en la divisoria con Berango.
Precisamente, este municipio sufrió también el desbordamiento del Gobela y hubo que desalojar viviendas, garajes y bajos. Las inundaciones afectaron también a Behekoa, Asua y Astrabudua en Erandio. Responsables municipales manifestaron la dificultad para hacer frente a las múltiples llamadas y necesidades surgidas.
Aguardando a la pleamar
En Bilbo, la hora crítica establecida por la Mesa de Coordinación de Emergencias, presidida por el alcalde en funciones, Ibon Areso, era las 15.11, cuando estaba prevista la pleamar, por lo que todos los esfuerzos se centraron en despejar las zonas más bajas de las márgenes de la Ría como Urazurrutia, Zamakola, San Anton y Atxuri de vehículos, o retirar los autobuses públicos de las cocheras de Elorrieta y Botica Vieja a puntos más elevados como la avenida Lehendakari Agirre, en Deustua.
A pesar de las advertencias del Consistorio bilbaino para que los ciudadanos no se acercasen a las riberas del Ibaizabal, decenas de ellos lo hicieron, en muchos casos con sus cámaras fotográficas para recoger testimonio gráfico de la fuerza con que las aguas bajaban. De nada sirvieron los avisos a través de las emisoras de radio y la megafonía de las patrullas de la Policía Municipal. Mientras algunas personas se aproximaban al agua, muchos de los patos que pueblan la Ría optaban por alejarse y fue curioso verles pasear por los jardines de Botica Vieja o Campo del Volantín.
También se cerró el parking del Arenal, cuyos accesos peatonales se sellaron, al igual que uno de los accesos de vehículos en la calle Sendeja. A escasos metros, una dotación de los bomberos achicaba agua de dos establecimientos hosteleros y un portal. En el restaurante Anduriña, por ejemplo, sus responsables se encontraron con 40 centímetros de agua en su comedor de la planta baja.
Al igual que en ocasiones anteriores achacaron las inundaciones a deficiencias en la construcción del parking. «Cada vez que caen más de 20 litros los bajos de toda la calle se inundan, ya que desde que el aparcamiento se puso en funcionamiento, el agua de la lluvia que baja de Begoña no filtra a la Ría y se vuelve para atrás».
Mientras muchos vecinos estaban alerta ante los efectos de la pleamar, especialmente los que tienen un garaje próximo a la Ría, otros en el muelle de Marzana seguían aún de fiesta. Con el paso de los minutos, la tensión fue decreciendo en la villa al ver que la marea alta no originaba un desbordamiento masivo.
En los barrios altos de Bilbo también hubo problemas derivados de las aguas de las escorrenterías, como en Peñascal, donde cayeron piedras y se cortó el acceso desde la rotonda de Betolaza por desprendimientos. En Rekalde, los bomberos acudieron para achicar agua en algunos garajes y viviendas. Otro punto crítico fue la avenida Montevideo, entre Zorrotza y Basurto, que se cortó por balsas de agua en la calzada.
Los bomberos informaron más tarde de que habían realizado 27 salidas hasta la tarde, la mayoría de ellas para efectuar achiques, aunque también sanearon fachadas, retirado árboles caídos y desprendimientos de tierra.
Aguas arriba, en Basauri, el río Nerbioi se desbordó en el barrio de Ariz, anegando una veintena de garajes, lonjas y txokos, provocando daños en varios turismos que no pudieron ser retirados. El agua alcanzó en esos locales hasta metro y medio, llegando en algunos casos la fuerza del agua a romper las puertas, un hecho calificado de inédito por sus propietarios.
Dos residencias para personas mayores, la de Bidebieta, en Basauri, y la de San Andrés, en Galdakao, próximas al Nervión e Ibaizabal, fueron desalojadas ante el temor de que el agua las pudiera inundar. Los internos basauritarras fueron acogidos por sus familiares mientras los otros fueron realojados en otro centro situado en una cota más alta. En Galdakao, pequeños talleres y lonjas en el barrio de Begoetxe se vieron afectados.
En Arrankudiaga, el Nerbioi se desbordó en cuatro puntos -dos del centro urbano y el resto en zonas rurales-, e impidió el acceso a la BI-625 a los vecinos de cuatro caseríos e inundó una cuadra, según informó el alcalde, Bingen Kondo Larizgoitia. El primer edil aseguró que el río no había registrado una crecida de estas características desde las inundaciones de 1983.
El bravo Kadagua
En Enkarterriak, el río Kadagua se desbordó a las 5.00 en los barrios de Sodupe y Quadra, en Gueñes; y Alonsotegi, donde obligó al desalojo de cinco personas que residen en una casa tutelada para discapacitados síquicos, junto a la carretera Balmaseda-Bilbo. Además, los servicios de emergencia tuvieron que evacuar en zodiac a un matrimonio en el barrio de Pertxeta, ya que la mujer estaba en avanzado estado de gestación. En esta localidad se suspendió la feria de Andra Mari por las intensas precipitaciones.
Otros municipios afectados fueron Muskiz, Mungia, Urduliz o Gatika, especialmente en el área de Butron. A media tarde, superada de largo la hora crítica de la pleamar, la Diputación vizcaina informó de que la mayoría de las cuencas fluviales contemplaban «una situación de caudal máximo con tendencia consolidada a la disminución del mismo».
A vueltas con Iberdrola
«Las precipitaciones en cabecera, abundantes en las últimas horas, han hecho que los ríos hayan observado niveles máximos, Kadagua en La Herrera, o Butron, en Mungia», proseguía.
«Sin embargo -incidieron fuentes forales a las 18.00-, la velocidad en los cauces y la caída en niveles de las precipitaciones ha posibilitado que la situación mejore poco a poco. Mejoría que esperamos sea ostensible en las próximas horas».
Quien cosechó ayer de nuevo buena parte de las críticas de los afectados fue Iberdrola, al dejar sin servicio eléctrico a cientos de viviendas y negocios en Ortuella, Portugalete, Berango, Getxo, Bilbo o Santurtzi, entre otros municipios. Los afectados se quejaron de que, tras contactar con el servicio telefónico de averías y «hablar con un ordenador», una operadora, a primera hora de la mañana, aseguraba que no tenían ninguna avería general en Bilbo y les remitía «a llamar a un electricista».
Sobre las 22.00, todavía eran entorno a 2.000 vizcainos los que no contaban con suministro eléctrico, según informó Iberdrola a última hora de la tarde.
vascos se quedaron sin suministro eléctrico al inundarse varios centros de transformación. Vecinos de Ortuella, Portugalete, Santurtzi, Berango, Getxo y Bilbo se vieron afectados y denunciaron la falta de información de Iberdrola.
llamadas de emergencia recibieron entre las 4.00 y las 16.00 los bomberos de la Diputación vizcaina, la mayoría de municipios como Getxo, Berango, Leioa, Erandio, Sopela, Plentzia, Barakaldo, Alonsotegi, Basauri, Galdakao,...
El radar que Euskalmet inauguró en 2005 en el monte Kapildui para detectar frentes y tormentas a 300 km de distancia y saber sus efectos con 2 a 5 horas de antelación, está inoperativo desde marzo pasado debido al impacto de un rayo.
«El río Castaños baja tremendo. El centro del pueblo está inundado y necesitamos saber si va a dejar de caer agua...»
Vecina de El Regato
«Al alcalde de Getxo, que dice que han avisado a los de Neguri, le diría que en Algorta no han avisado a nadie y que tenemos los garajes inundados»
Vecino de Algorta
«Todo el centro está afectado por el apagón: no funcionan los semáforos, ni tampoco los cajeros, y en el Hospital San Juan de Dios no funcionan ni los rayos X»
Vecino de Portugalete
«No sé hasta dónde llegaremos, pero yo no he visto la Ría así en mi vida. Daba miedo; pero la gente sacaba fotos»
Vecina de Bilbo
El comité de empresa de TCSA acordó ayer, por unanimidad, la desconvocatoria de los paros parciales previstos para hoy en Bilbobus y parte de las líneas de Bizkaibus, tras las inundaciones sufridas en numerosas localidades vizcainas.
Euskalmet anunciaba para el 1 de junio que «en el oeste del territorio se acumularán más de 60 mm. de precipitación en 24 horas». Sus estaciones ayer registraron precipitaciones mayores, como la de Deustua de 103 mm. o Sopela 118 mm.
metros cúbicos por segundo, según informó la CHE, se comenzó a verter tras la apertura de las compuertas del embalse de Ullibarri, lo que ocasionó huertas y carreteras anegadas en el entorno de Gasteiz y Langraiz.
El colectivo Berrio Otxoak no se concentrará hoy contra la precariedad laboral frente al centro comercial Ballonti, después de que todo el material y propaganda que iban a utilizar en esta protesta se viese ayer afectado por las inundaciones en un local.
«Me he asustado al escuchar que la Ría estaba muy alta, sobre todo porque pudiera inundarse el garaje, y he estado toda la mañana inquieta mirando por la ventana, pero viendo que le queda un metro para desbordarse, me he quedado tranquila»
Vecina de Deustua
«Cada vez que caen más de 20 litros los bajos de toda la calle se inundan por la nueva apertura de un aparcamiento cercano. Desde que lo pusieron, el agua de la lluvia que baja del barrio de Begoña no filtra la ría y vuelve atrás»
Vecino del centro de Bilbo
«Las camas de las crías estaban hasta arriba de agua, en el portal nos llegaba hasta el cuello y nos ha sacado la Cruz Roja en lanchas. Los niños iban descalzos y mojados»
Vecina de Getxo
metros cúbicos por segundo debido a las aportaciones procedentes, entre otros, del Arga y Ega, se espera para hoy a la tarde en Castejón, según informó la Confederación Hidrográfica del Ebro.
Beasain, Zaldibia, Ordizia y Villabona sufrieron el desbordamiento del río Oria, de tal forma que bajos y garajes quedaron anegados por el agua. También los vecinos de Lasarte-Oria vieron muy arriba el nivel de las aguas, al igual que en Elgoibar, en este caso, por el gran caudal que trajo el Urola. En cuanto a Araba, la jornada fue bastante tranquila para los bomberos, mientras que en Laudio y Luiaondo, junto al cauce del Nerbioi, hubo que trabajar a destajo para achicar agua de bajos y garajes.
GARA