«César Borgia, el hijo del Papa», una novela histórica en la que todos los personajes son reales
«La vida de César Borgia fue tan novelesca que no ha sido necesario añadir elementos nuevos». Así lo explicó ayer José Luis Urrutia en la presentación de su nueva novela histórica, «César Borgia, el hijo del Papa».
Iñaki VIGOR | IRUÑEA
El escritor bilbaino José Luis Urrutia acudió ayer a la Feria del Libro de Iruñea para presentar y comentar su última novela histórica, editada por Txalaparta. Se trata de una biografía novelada en la que todos los personajes son reales, y en la que el autor, según explicó él mismo, ha procurado «pintar un cuadro real de aquella excepcional familia, para lo bueno y lo malo, sin afán alguno de atacarla o defenderla, sino más bien de enmarcarla en una época y en una posición en la que sólo valía triunfar o perecer».
La época es finales del siglo XV y comienzos del siglo XVI, cuando todavía no era un escándalo que los altos jerarcas de la Iglesia católica tuvieran hijos, y además con diferentes mujeres. Precisamente César Borgia (Roma, 1475-Viana, 1507) fue uno de los ocho hijos documentados que Rodrigo Borgia tuvo a lo largo de su vida, primero como cardenal y después como Papa Alejandro VI. Para los seis años de edad, el propio César Borgia ya era canónigo de la catedral de Valencia, y a los 18 fue nombrado cardenal.
En su época hubo quienes le vieron como futuro sucesor del trono de San Pedro, pero su vida dio un vuelco cuando en 1497 fue asesinado en Roma Juan Borgia, capitán general de los Ejércitos Pontificios.
«Fue entonces cuando su hermano César decidió colgar los hábitos e ingresar en el mundo seglar. De esta manera -señaló Urrutia- comenzó la carrera, breve pero fulgurante, de uno de los personajes más curiosos y fascinantes de la historia».
«Aventuras increíbles»
En su labor de investigación, el autor de esta novela descubrió que César Borgia protagonizó «tantas hazañas, tantas vivencias y tan increíbles aventuras» que uno de sus mayores trabajos consistió en decidir qué hechos contar y cuáles no.
«César Borgia era un joven de buena talla y bien parecido, maestro en el manejo de las armas, culto y refinado, de modales exquisitos, poseedor al mismo tiempo de una fuerza hercúlea y de un encanto natural que encandilaba a hombres y mujeres». Así definió José Luis Urrutia al personaje central de su novela, de quien dijo que «sicológicamente era un ser atormentado», quizás porque en algunos años de su vida sufrió una enfermedad que, según expertos en medicina, podría tratarse de sífilis.
Cinco siglos después de la muerte de César Borgia, este investigador bilbaino no descarta que fuese «el brazo de acero que su padre movía», porque «para los Borgia la familia era intocable, y por encima de intereses particulares primaba en ellos un sentido de grupo, de tribu».
En un primer momento, José Luis Urrutia se planteó centrar la novela en Nafarroa, pero el poco tiempo que César Borgia pasó en este herrialde y el enfoque que quería adoptar para hilvanar el relato le disuadieron de ello. «Por mucho que nos duela -explicó- Navarra fue poco más que un accidente en la trayectoria de César Borgia, por más que su cuñado fuese Juan de Albret, el mismísimo rey».
Uno de los capítulos del libro transcurre en Nafarroa, y aunque no es muy extenso, sí es «muy significativo», precisó Urrutia, ya que relata el fin de sus días en Viana, cuando sólo tenía 32 años.