Al menos ocho personas murieron, según la televisión estatal paquistaní, en un atentado kamikaze registrado contra la embajada de Dinamarca en Islamabad. Este país europeo había sido amenazado por islamistas tras la polémica desatada tras la publicación de caricaturas de Mahoma en un diario danés.

Este atentado se produjo en un momento en el que Pakistán vive una situación de calma relativa tras una oleada sin precedentes de atentados islamistas que ha provocado más de 1.100 muertos en poco más de un año.

El nuevo Gobierno está negociando un acuerdo de paz con los combatientes paquistaníes cercanos a al-Qaeda y a los talibán, en contra de la opinión de EEUU, que considera que la red de Osama bin Laden ha conseguido crear un santuario en las zonas tribales del noroeste de Pakistán.

A primera hora de la mañana de ayer, un kamikaze hizo estallar un coche bomba contra el muro que rodea la embajada danesa, situada en el corazón de un barrio residencial del centro de Islamabad, según indicó a France Presse, con la cobertura del anonimato, un alto responsable de los servicios de seguridad.

La televisión estatal informó de que los muertos ascendían a ocho. Un alto responsable de las fuerzas de seguridad, por su parte, mencionó seis muertos, de los que dos serían policías que custodiaban la embajada, así como 27 heridos. Según fuentes diplomáticas, todos los fallecidos son de nacionalidad paquistaní, excepto un danés.

En Copenhague, el ministro danés de Exteriores, Stig Moeller, convocó una reunión de crisis y calificó el atentado de «totalmente inaceptable». Precisó que dos empleados paquistaníes de la embajada se encontraban entre los muertos. Horas después, Copenhague confirmó que uno de los muertos era de nacionalidad danesa, aunque de origen paquistaní.

En febrero se publicaron de nuevo en la prensa danesa las caricaturas de Mahoma que dos años y medio antes provocaron las iras de numerosos musulmanes en todo el mundo y que despertaron una campaña contra Dinamarca. Entonces, Copenhague repatrió a la mayoría del personal de su embajada en Islamabad, ya que se produjeron amenazas de grupos islamistas. El embajador fue sustituido por un encargado de negocios.

El atentado de ayer destruyó parte del muro que rodea la embajada danesa. Las ventanas de los edificios situados en el entorno fueron destruidas. «Estaba en mi habitación cuando escuché una explosión que rompió los cristales. Un objeto roto me hirió en la pierna», cuenta Mohammad Dilshad, un vecino del barrio.

«Había gente que pedía ayuda a gritos y he visto a personas tiradas en el suelo en medio de un charco de sangre», relata Mohammad Salim, residente en el área. Este ataque es el segundo dirigido contra extranjeros después del registrado el 15 de marzo contra un restaurante en el que murió una mujer turca.