Juanma Lillo quiso trasmitir ayer la sensación de que en el derbi de mañana en Mendizorrotza el Alavés tiene más presión porque «el único que en el peor de los casos va a mantener su hábitat somos nosotros. Lo más que nos puede pasar es quedarnos como estamos. Ellos tienen algo que perder. Se enfrenta la esperanza de subir con el temor de perder la Segunda».

En esa línea añadía que «la ilusión debe poder con el miedo, pero luego pasarán muchos hechos durante el partido, goles expulsiones... y el que mejor gestione eso se podrá imponer, aunque que te impongas en el fútbol no significa que te impongas en el resultado».

Dentro de esa estrategia de cargar de una mayor presión al rival señalaba que en la charla dada esta semana en Agurain palpó entre los alaveses «mucha preocupación, no sólo por la pérdida de categoría, sino que hay un temor a otras cosas que no me gustaría que pasaran con la historia que tiene el Alavés».

Entiende que mañana sólo vale la victoria a los dos equipos, aunque «igual somos tan tontos que nos hacemos el harakiri y los dos salemos perjudicados porque el empate no favorece a nadie. Por eso el partido debe ser abierto en las intenciones, porque a ninguno nos vale empatar. Para nosotros es imprescindible ganar para llegar al último partido en una situación franca con respecto a los demás y dependiendo de uno mismo. Quisiera llegar al último partido sin tener que mirar a otros campos, pero sabemos que, aun haciendo lo nuestro, igual no basta. Es muy importante no depender, pero no definitivo».

Mensajes a Málaga y Gijón

Juanma Lillo dejó entrever su mosqueo por todo lo que se dice en las últimas semanas en Gijón y Málaga. Se le preguntó si se hablaría en esas ciudades de lograr la Real los dos goles ilegales que metió el Sporting ante el Córdoba y respondió que «seguro. No lo creo, lo afirmo. Sin que se dieran ya se ha hablado, si nos pasa eso a nosotros no quiero ni pensarlo. Pero o hablamos todo o no hablamos nada, y lo mejor es no hablar nada».

En la misma línea, ante el supuesto interés del Málaga de fichar a tres jugadores del Granada 74, su rival de mañana en el campo cercano de Motril, manifestó que «si no me callo me meto en un lío muy gordo y mis líos son los de la Real y no vamos a alimentar eso».

Sobre cual de los tres candidatos al ascenso tiene un partido más complicado mañana -el Sporting juega en Castellón- Lillo señaló que «el Alavés hace quince días ha mandado unas constantes contra el Sporting alentadoras para ellos, en casa es un equipo difícil. El Granada en Motril tampoco será fácil porque es un campo muy complejo. Y si hay un equipo con números buenos de local es el Castellón, pero el hecho de que no se juegue nada condiciona el partido. Ninguno de los tres lo tenemos fácil, pero el Alavés parece que se juega algo más que quedarse en Segunda -repetía- y se me antoja más complejo».

Con lo que les cuesta ganar a todos los aspirantes se podía pensar que si la Real suma los seis puntos subirá, pero Lillo señalaba que «no tengo esa sensación de que con dos victorias se suba seguro, aunque sería la leche que si las logramos no subiéramos. Si con estas cifras no ascendemos... No sé que habría que hacer, tendría tela estar invictos en los once partidos y no subir. Vamos a meter los seis y luego hablamos. Estoy convencido de que metemos los seis».

Lillo no dio pistas sobre su once. Las dudas se centran en los tres delanteros. Dijo que Xabi Prieto sigue sometido a pruebas médicas y eso puede llevar a pensar a que Díaz de Zerio, Delibasic y Gari pueden formar de inicio. Lo que sí agradeció es que todos los jugadores, menos Vaughan y Bravo, estén disponibles y se entrenen con intensidad para jugar mañana.

Congreso de Peñas realistas

Lillo participó el miércoles junto a Miguel Etxarri en la charla con la que se inició en Agurain el noveno congreso de peñas de la Real que se celebra en esta localidad alavesa organizado por la Peña Bultzada Txuri Urdin. Será este fin de semana en el que se concentren los actos, con visitas guiadas al casco antiguo de la localidad, partido entre los veteranos de la Real Sociedad y el Alavés, pasacalles, cena de hermandad, trikitixas, torneo de mus entre peñas, paellada y finalizando con el viaje a Gasteiz para acudir al partido de mañana en Mendizorrotza.