Escasa afluencia y posiciones muy distantes en el debate interno de Nafarroa Bai
Apenas 200 personas acudieron a la asamblea de Nafarroa Bai que marcó el inicio de un debate interno para el que no hay una ruta marcada ni final previsto. La propuesta de crear militancia propia recibió críticas.
R. S. |
Pese al interés mediático previo y a que la asamblea tenía un formato abierto a todos los afiliados de los cuatro partidos y a los independientes, apenas 200 personas acudieron a la reunión de ayer tarde en Baluarte de Iruñea, anunciada como el punto de arranque de un debate interno centrado inicialmente en cuestiones organizativas.
Una de las principales cuestiones a analizar era la de si procede introducir la figura del militante de Nafarroa Bai, lo que aparentemente sería el primer paso hacia la conformación de una formación política estable. Pese a que Aralar, PNV y Batzarre se inclinan por ello, la idea apenas recabó apoyos.
En las cerca de 30 intervenciones producidas hubo varias que cuestionaron la necesidad de esta afiliación, que ha incomodado además a muchos que se incorporaron a NaBai como inde- pendientes y prefieren mantener este estatus más libre.
Pese al discurso generalizado de que se necesita potenciar la organización interna, no apareció consenso en torno a una fórmula concreta, y la cuestión no pareció suscitar entusiasmo en las bases. Tampoco se fija por el momento un procedimiento para continuar con el debate.
Sin embargo, en paralelo a la apertura de la discusión de carácter organizativo se ha desatado otra de gran carga política, que no figuraba inicialmente en la agenda. El mayor responsable de ello es Batzarre, que cada vez denuncia con más intensidad que NaBai es «excesivamente nacionalista», afirmación que lanzó públicamente el jueves y que ha suscitado malestar en otros socios de la coalición, como quedó de manifiesto ayer.
El discurso de Jesús Urra, su representante, resultó aún más duro de lo esperado. Demandó con reiteración la «crítica firme ante ANV», y al hilo de ello llegó a afirmar que «si NaBai mantiene una línea errática con ANV, es imposible ganarse la confianza del electorado socialista para el acuerdo». Además, expuso que «NaBai debe construirse como una fuerza navarra, independiente frente a las interferencias de la CAV. Lo requiere la realidad navarra. Es fundamental que cultivemos esa imagen y disipemos esa sombra que nos persigue», añadió Urra, en una intervención que recibió varias críticas.
«Sin precipitación»
Antes de comenzar la asamblea, en declaraciones a los medios, la diputada de la coalición, Uxue Barkos, quiso matizar que de este proceso no va a salir «una Nafarroa Bai nueva». Sin embargo, al mismo tiempo incidió en la necesidad de cambios organizativos. Habló concretamente de «dotarse estructuralmente de herramientas que le permitan hacer frente a nuevos retos».
Ubicó este proceso en algo que «nunca ha rehuido Nafarroa Bai: la autocrítica, como elemento hacia el triunfo».
El debate abierto no tiene horizonte final, según admitió la diputada: «Nos tomaremos el tiempo que necesitemos. No tenemos todo, pero yo no voy a apostar por la precipitación», dijo. Éste es otro de los aspec- tos en los que no se ponen de acuerdo los miembros de la coalición. Quien más prisas ha mostrado para hacer cambios organizativos es Aralar.
Pese a haber sido ratificado por NaBai y Aralar, la actuación de Txentxo Jiménez al irse al Himalaya en pleno curso parlamentario fue cuestionada por varios intervinientes, con una petición de dimisión incluida. Patxi Zabaleta le defendió incidiendo en que ya pidió perdón.