Christian Reinicke Miembro de la izquierda abertzale de Getxo
El río Gobela se desborda
El río Gobela se desbordó en Berango y en Getxo. A diferencia de lo ocurrido en Bilbao y en otras comarcas de Bizkaia, en la nuestra las inundaciones del pasado domingo han sido similares a las de 1983 y 1979, con la salvedad de que, gracias al canal construido hace 10 años para que las aguas del Gobela lleguen desde Romo directamente al Abra, este barrio de Itzubaltzeta y Areeta no han sufrido en esta ocasión daños reseñables.
La población damnificada está solicitando ayuda, y merece una respuesta adecuada y positiva tanto del consorcio de las compañías aseguradoras como de las diferentes administraciones públicas.
Si bien es grave no haber dado el aviso de emergencia debidamente y a tiempo, no es eso lo más grave. El mayor y más grave problema es que las instituciones municipales, así como la foral y la autonómica han aprobado los diferentes planes urbanísticos y de ordenación territorial y han permitido construir viviendas y habitarlas en zonas inundables. ¡Por algo dieron hace cientos de años los getxotarras a una de estas zonas el nombre de Fadura (Padura o humedal)! Pero en el espacio que el río necesita para desbordar en días de inundaciones, la especulación y las instituciones sólo ven terreno para construir. La responsabilidad de las instituciones es clara.
En los últimos años se han construido más viviendas, pabellones industriales o equipamientos deportivos junto al cauce del río Gobela o en su espacio de influencia, dejando menos sitio al río para desbordar sin producir daños. Si dibujamos en un plano la línea hasta donde han llegado las inundaciones, esta línea se corresponde prácticamente con la que define las zonas inundables delimitadas en el Plan Territorial Sectorial para la Protección de Ríos y Márgenes de Arroyos de 1999. Algunas de estas viviendas en zonas inundables se han construido en este tercer milenio.
También fuera de la llanura de inundación se ha construido muchísimo, reduciendo considerablemente la capacidad del suelo de absorber el agua de lluvia. A excepción de la infraestructura citada anteriormente, en vez de haberse realizado mejoras para prevenir el riesgo de inundaciones, en las últimas décadas la situación ha empeorado.
Tras ayudar debidamente a las personas damnificadas, debemos aprender de lo ocurrido y mirar hacia el futuro. Sin más dilación deben acometerse el plan y proyecto de adecuación del cauce del río Gobela que llevan tramitándose desde hace años, y que, en nuestra modesta opinión, son correctos en líneas generales. En las zonas ya definidas en los planos como inundables no debería permitirse construcción ni urbanización alguna. Tras analizarse a conciencia la situación y la ubicación de los diferentes edificios situados en zonas inundables, caso por caso debe optarse por la adopción de medidas de protección y seguridad, o en su caso por el traslado.
Y finalmente, para permitir que la tierra absorba debidamente las aguas antes de su llegada al cauce del Gobela, ya tenemos otro importante argumento para oponernos al Plan Territorial Parcial del Bilbao Metropolitano y exigir la transformación de este plan que prevé para los próximos años la construcción en Uribe Kosta de miles y miles de viviendas, de kilómetros y kilómetros de calles y carreteras y la urbanización de enormes extensiones de terreno. Evitar los daños en las inundaciones es posible.