INSURGENTE | Graciela Guerrero Garay 2008/6/5
¿En qué lado del pecho está el corazón de los ricos?
Cuba ha sido exacta, hay que buscar la raíz. Las naciones pobres, saqueadas, agredidas, bloqueadas, el llamado Tercer Mundo y los Países en Vías de Desarrollo, nunca podrán matar el hambre si los poderosos no detienen sus ínfulas de «mandamás», sus aberrantes manías de grandeza y su inhumana y repudiable carrera belicista y terrorista.
Por estos días Roma vuelve a ser la Meca de la noticia de primera plana. La urgente Cumbre concertada por la FAO sobre Seguridad Alimentaria, los retos del Cambio Climático y la Bioenergía ocupa los titulares (...).
Es la supervivencia, el derecho de vida, el respeto a nuestra raza y el posible decoro de los que quieren dejar alguna buena señal en su paso por la tierra lo que está en la ruleta, aunque la palabra que cabe justamente es la vergüenza, no apta a contar por la historia en los vocablos auténticos del argot de los ricos.
Ellos, desde las calendas griegas, se atribuyeron el perverso «don» de decidir el destino de los pobres. Una vez más todos los caminos van a Roma. (...)
Y aquí va la puñalada de los «omnipotentes»: «en 2006 el mundo gastó 1,2 billones de dólares EE.UU. en armamento, mientras se desperdició comida por valor de 100 000 millones de dólares y el exceso de consumo por parte de los obesos ascendió a otros 20 000 millones a nivel mundial», acusó el discurso del máximo representante de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación. Con estas sangrientas verdades, ¿se le ablandarán las tripas a los que han puesto, bajo su política neoliberal y mercantilista, las mesas vacías de 862 millones de pobres?
(...) Hoy, cuando debe terminar la cita, todavía no se avizoraban soluciones que en verdad lleven el plato a la mesa de los más de 200 millones de personas que sufren hambre crónica en África y los 33 millones de niños menores de cinco años mal nutridos en esa región. Esto es solo en el llamado Continente Negro. Las estadísticas del resto del mundo también dan escalofrío.