«Permaneceremos a su lado para que la muerte de Rafic Hariri y la larga letanía de atentados no sigan siendo impunes», declaró el presidente francés, Nicolas Sarkozy, en una alocución pronunciada durante el almuerzo ofrecido en su honor por su homólogo libanés Michel Sleimane en el palacio presidencial de Baabda. «Los asesinos deben saber que tendrán que pagar», apostilló.

Sarkozy se convierte en el primer líder occidental que hace acto de presencia tras la elección de Sleimane el mes pasado, según los términos fijados en el acuerdo de Doha, impulsado por Qatar. A su llegada, varias decenas de personas se manifestaron en la carretera del aeropuerto de Beirut para reclamar la libertar de un libanés condenado a cadena perpetua en el Estado francés.

Según relató un fotógrafo de AFP, unas cuarenta personas pidieron la libertad de Georges Ibrahim Abdallah, encarcelado desde 1984 y condenado en 1987 por las muertes en 1982 de los diplomáticos Charles Robert Day y Yacov Barsimantov en París. «Francia: Justicia o venganza» y «Libertad para Georges Abdallah» eran algunos de los lemas de las pancartas portadas por los manifestantes, a quienes se autorizó movilizarse en la carretera del aeropuerto, pero sobre un ángulo desde el que Sarkozy no pudiera verlos al paso de la comitiva.

Encuentros y agradecimientos

Durante su estancia de cinco horas en la capital libanesa, Sarkozy se entrevistó con Sleimane, Siniora, Berri y con los principales líderes libaneses, que alcanzaron un acuerdo en Doha en mayo pasado para sacar al país de la crisis y elegir al nuevo presidente.

Durante su encuentro con Sleimane, Sarkozy también garantizó el apoyo de París para «reforzar las capacidades del Ejército libanés».

El presidente libanés, por su parte, saludó a su homólogo francés asegurando que «el acuerdo de Doha, en el que Francia tuvo su protagonismo, regeneró la estabilidad política tanto esperada y deseada».

La crisis entre la mayoría y la oposición libanesa había degeneró a principios de mayo en violencias intercomunitarias que provocaron 65 muertes antes de que los dos grupos enfrentados sellaran un acuerdo, el 21 de mayo, en Doha, en Qatar. «Líbano está agradecido a Francia por haber movilizado a la comunidad internacional y organizar París III», la conferencia celebrada en enero de 2007 que permitió comprometer 7.000 millones de dólares en favor de Líbano, en un gesto de apoyo al Gobierno del prooccidental Fouad Siniora.

Sleimane pidió el respaldo de Sarkozy para abordar la ocupación israelí de territorios libaneses, principalmente las granjas de Cheba: «Líbano cuenta con su apoyo para recuperar sus territorios ocupados y poner en aplicación el derecho al regreso de los refugiados palestinos».

La resolución 194 del Consejo de Seguridad de la ONU prevé el regreso de los refugiados palestinos a su patria o el cobro de indemnizaciones para los que no deseen hacerlo. «Estoy convencido de que Francia, bajo su Presidencia, tratará de evitar nuevos sufrimientos a los pueblos de la región que aspiran de modo legítimo a la paz, seguridad y prosperidad», añadió Sleimane.