Nazio plaza en iruńea
Un espacio para abrir dinámicas que hagan realidad el «Zazpiak bat»
«Hay que impulsar dinámicas en auzolan para asegurar la supervivencia de Euskal Herria. En este pueblo existe una conciencia nacional colectiva, y desde esa conciencia tenemos que hacer realidad el «Zazpiak bat» mediante la puesta en marcha de tareas específicas». Este es el mensaje que Mikel Irastortza y Garbiñe Bueno transmitieron ayer durante la celebración de Nazio Plaza, un foro en el que se debatieron diversos aspectos sobre el futuro de Euskal Herria.
Iñaki VIGOR | IRUÑEA
Los debates de Nazio Plaza tuvieron lugar en los cines Carlos III de Iruñea, y los participantes, en torno a un centenar de personas, se distribuyeron en dos foros: uno sobre Euskal Unibertsitatea y otro sobre el auzolan. Este último contó con las aportaciones de diversos ponentes, quienes expusieron tres experiencias que se están llevando a cabo en el territorio histórico de Zuberoa. En primer lugar, Joseba Garmendia informó de la campaña «Biba Xiberua», impulsada por Udalbiltza en los años 2001 y 2002 tras una reflexión previa sobre la grave situación que vive este herrialde de Ipar Euskal Herria y que se manifiesta en una progresiva despoblación (en torno a 12.000 habitantes), el envejecimiento de la población y el cierre de empresas.
Garmendia recordó que fue en el Aberri Eguna celebrado en Maule en 2001 cuando se decidió impulsar el «desarrollo endógeno» de Zuberoa y hacerlo de forma «sostenible», creando para ello nuevas dinámicas de trabajo. El primer paso fue crear el Fondo de Desarrollo y Cohesión Vasco, que se planteó como objetivo recoger un millón de euros para impulsar proyectos en Zuberoa, aunque finalmente se cosecharon 400.000 euros.
«Nuestro objetivo era impulsar las relaciones entre los diversos territorios de Euskal Herria y ayudar a poner en marcha diversos proyectos en Zuberoa, pero Garzón requisó aquellos 400.000 euros y algunos fuimos encarcelados», recordó.
A continuación, Erik Etxart informó sobre la continuidad de aquel auzolan que quedó truncado, y en concreto sobre la creación, en el año 2006, de un pequeño grupo de trabajo para estrechar relaciones y contactos. Etxart puso dos ejemplos de los frutos que dieron aquellos trabajos: la puesta en marca de una nueva cooperativa productora de queso y la creación de una empresa joven que mantiene contactos con una gran empresa de Gipuzkoa.
También valoró de forma positiva el incremento de las relaciones comerciales entre Zuberoa y los demás herrialdes vascos, así como la elaboración de un DVD «para que los otros territorios de Euskal Herria conozcan la realidad de Zuberoa». Erik Etxart precisó que este DVD, que se encuentra a la venta, también ha servido para llevar a cabo una reflexión entre los propios zuberotarras en torno a su futuro. «Existe un plan para crear 600 puestos de trabajo de aquí al año 2010. Quizás este DVD -planteó Etxart- pueda ser una buena herramienta para que la gente de Zuberoa entre en esa reflexión».
Apoyo a jóvenes de Zuberoa
La exposición de la tercera experiencia corrió a cargo de Marie Claire Lurgorri, que informó sobre la dinámica de apoyo al caserío Kako, ubicado en la localidad de Añarbe. Esta joven zuberotarra explicó cómo los jóvenes de la zona no tenían medios para comprar este caserío y sus tierras, y cómo se creó una asociación para ayudar a los jóvenes agricultores que querían seguir trabajándolas. El dueño del caserío Kako, que vive en París, quiere vender en el mismo paquete el caserío, las tierras y los rebaños, lo que ha encarecido mucho más su adquisición. Por ello, esta asociación, que ya ha comprado una docena de caseríos para que los jóvenes puedan seguir viviendo en el medio rural, pide solidaridad para hacer frente a los gastos de la compra del caserío Kako.
Tasio Erkizia intervino a continuación para señalar que, cuando surgió la polémica sobre este baserri, un grupo de jóvenes acudieron en busca de ayuda al Foro de Debate Nacional. «Hacen falta 260.000 euros para comprar ese caserío, y en ésas estamos. Ya hemos dado los primeros pasos para recaudar esa cantidad», anunció Erkizia.
Pero el debate de ayer en Iruñea no se limitó a Zuberoa. Uno de los participantes, ex pescador y actual sindicalista de LAB, expuso también la «grave situación» que atraviesa el sector pesquero vasco, contrastando los 10.000 pescadores que había en los años 70 y «la gran riquiza que generaban en los pueblos de la costa», con los apenas 2.000 pescadores que quedan en la actualidad y la pérdida de las tres cuartas partes de la flota pesquera durante estos años.
Además del «envejecimiento» del sector, achacó esta situación a la pérdida de licencias para poder pescar. «Madrid quiere favorecer las licencias de pesca en Galicia. En Euskal Herria sólo hay 150 barcos de pesca, y además no hay anchoa y existe riesgo de desaparición de otras especies. La edad media de los arrantzales es de 50 años, y no hay jóvenes que quieran seguir. Tampoco tenemos relación con los pescadores de Ipar Euskal Herria, cuyos problemas son muy parecidos. Creemos que este sector tiene futuro en Euskal Herria, pero para eso hay que generar alicientes, como establecer salarios fijos para los pescadores y condiciones de trabajo adecuadas», propuso este ex pescador.
El reconocimiento nacional, el derecho a decidir, la territorialidad y los derechos individuales y colectivos fueron señalados como las «claves» que permitirán superar la actual situación.
Se expusieron varias experiencias de trabajo en «auzolan» entre diversos territorios vascos, por entender que este método es de gran importancia para la supervivencia de Euskal Herria.
Por la tarde hubo una manifestación bajo el lema «Nazioa gara. Zazpiak bat. Burujabetzaren alde», en la que Maite Aristegi pidió aunar fuerzas para «impulsar una estrategia como nación».
«Exigimos un cambio basado en el reconocimiento de Euskal Herria, porque somos una nación. Un cambio en el que todos los derechos colectivos e individuales sean reconocidos y garantizados. Un cambio basado en la territorialidad de nuestro pueblo, que dé la palabra y la decisión al conjunto de la sociedad. El derecho a decidir es un derecho que nos corresponde a toda la ciudadanía de Euskal Herria, sin exclusiones territoriales». Este fue el mensaje que, en nombre de Nazio Eztabaida Gunea, transmitió Maite Aristegi al término de la manifestación celebrada ayer en Iruñea bajo el lema «Nazioa gara. Zazpiak bat. Burujabetzaren alde», que reunió a unas 1.500 personas.
La manifestación, vigilada en todo momento por la Policía española, comenzó poco después de las 17:30 junto a los cines Golem y finalizó una hora más tarde en el Paseo Sarasate. La marcha estuvo encabezada por una enorme ikurriña, portada por dantzaris, y una pancarta con el lema principal, lema que fue coreado a lo largo de todo el recorrido. También era notoria la presencia de ikurriñas y banderas de Nafarroa portadas por los participantes.
Los gritos más coreados fueron a favor de la independencia, pero también se escucharon otros como «Alde hemendik, utzi pakean», sobre todo cuando los agentes de la Policía española se colocaron a ambos lados de los manifestantes en el Paseo de Sarasate, junto a la sede del PSN. Al término de la marcha se informó de que la diáspora vasca de Buenos Aires también celebraba ayer una jornada en torno a «Nazio Plaza» impulsada por el Foro de Debate Nacional de Argentina y Uruguay, Euskaltzaleak y Eusko Kultur Etxea. Los debates de esa jornada se centraron en la territorialidad, el euskara y la autodeterminación.
En Iruñea, Aitziber Sarasola recordó, en nombre del movimiento popular, que Euskal Herria continúa dividida territorialmente, e hizo un llamamiento a «pensar y actuar como nación» para superar esa división.
Por su parte, Maite Aristegi constató que en estos momentos «está en juego la dirección del cambio» que se avecina y que hay dos opciones: «El cambio basado en el reconocimiento de Euskal Herria como nación y en otorgar el derecho de autodeterminación al pueblo vasco, o, mediante meras reformas, mantener el estatus político a merced de los estados español y francés, negando que somos una nación y negando nuestra territorialidad y el derecho a decidir nuestro futuro».
Tras insistir en que es necesario «un cambio para la solución democrática del conflicto y para el desarrollo de Euskal Herria como nación», Maite Aristegi destacó la importancia de «aunar todas las fuerzas posibles» para «impulsar una estrategia como nación». En este sentido, dijo que «nosotros somos el motor del cambio», y que «el presente y futuro de Euskal Herria está aquí, no está ni en Madrid ni en París».
La manifestación concluyó con la interpretación del himno de Nafarroa a cargo de un par de txistularis y gritos a favor de la independencia.