Berlusconi sufre otro desvanecimiento en un acto público con empresarios
Silvio Berlusconi, primer ministro italiano de 71 años de edad y con un marcapasos en su corazón, volvió a protagonizar ayer una escena de desvanecimiento en un acto público, esta vez con empresarios ligures. Minutos después, apareció sonriendo ante las cámaras.
GARA |
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, sufrió ayer un nuevo desvanecimiento tras pronunciar un discurso durante una reunión de empresarios en Luguria, según informaron periodistas presentes en el acto.
Tras concluir su intervención y nada más bajar del escenario, Berlusconi pidió un vaso de agua y se desabrochó la corbata, indicó un periodista italiano a France Presse, mientras que la presidenta de la patronal, Emma Marcegaglia, preguntaba a la concurrencia si había un médico en la sala, según informó la agencia Ansa.
Después de varios minutos de reposo en una sala contigua, Berlusconi regresó al lugar de la reunión mostrando una amplia sonrisa, que fue transmitida en directo por la televisión SkyTG24. El locutor de esta emisora explicó que el desvanecimiento del primer ministro italiano pudo deberse al calor que hacía en la sala.
Berlusconi, de 71 años, ya ha sido de otros desvanecimientos en actos públicos cuando se encontraba en la oposición, como el 18 de mayo de 2007 en Abruzzos y el 26 de noviembre de 2006 en Toscana.
En diciembre de 2006 se sometió a una intervención quirúrgica en EEUU para instalarale un marcapasos.
Ahora, a por la prostitución
Por su parte, el ministro del Interior, Roberto Maroni (Lega Nord), defendió la creación de «barrios calientes para controlar mejor la prostitución», según señaló en una entrevista publicada ayer en «Corriere della Sera».
«Creo que habría que crear barrios calientes. De esta manera, se podría ejercer un control sanitario y proteger a los ciudadanos», destacó Maroni, que reaccionó de este modo a la propuesta de varios senadores de la coalición derechista en el poder de castigar como delito la prostitución callejera.
Estos parlamentarios han presentado una enmienda en este sentido con motivo del inicio del debate sobre el proyecto de ley sobre seguridad que fue presentado por el Gobierno de Berlusconi.
Maroni destacó que «no hay nada aberrante en esta enmienda, pero se trata de una cuestión compleja que necesita una reflexión».
«Cazar a las prostitutas en las calles no serviría de nada», añadió el ministo del Interior.
En cambio, se mostró «personalmente favorable» a la instauración de crear barrios reservados a la prostitución que propuso Daniela Santanché, líder del partido ultraderechista La Destra.
El ministro tunecino de Justicia, Bechir Tekkari, aseguró que Essid Sami ben Kamais, expulsado de Italia pese a la opinión contraria del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, «tendrá un juicio justo».