La sede de Aparcavisa en Trapagaran acogió ayer la asamblea de los transportistas de Sintrabi, que aprobó de forma unánime secundar la huelga convocada por organizaciones como Fenadismer en contra del incremento del precio del gasóleo. La secretaria técnica del sindicato, Amaia Martínez, indicó que esperan que «haya un seguimiento masivo» al paro porque «es el propio transportista quien está empujando a tomar medidas».

Aseguró que, en la actual situación, «no se puede vivir» y afirmó que «la gente está aguantado mucho» y hay momentos, «cuando ves que no llegas a fin de mes», que «es mejor tener el camión parado que no salir a la carretera para perder dinero». Planteó que se establezca una cláusula automática de revalorización de los precios en función de las variaciones del gasóleo. «Pedimos que sea de carácter obligatorio porque en estos momentos es facultativa y por eso no se aplica en la práctica y a la hora de negociar con los clientes hay muchos incovenientes», señaló.

Abogó, además, por el establecimiento de unos precios mínimos de referencia con carácter obligatorio «para evitar trabajar por debajo de costes, que en estos momentos muchos transportistas no cubren».

«Camino de la movilización»

Hiru, por su parte, decidió emprender «el camino de la movilización» y convocar dos concentraciones en Gasteiz, en el polígono de Jundiz y ante la sede de Lakua, en la asamblea celebrada en Altsasu.

Tal y como expresó en una comparecencia realizada el jueves, Hiru quiere «desmontar el engaño que llevan a cabo algunas agrupaciones de transportistas con la convocatoria de huelgas unilaterales a nivel estatal». Subrayaron, por ello, que «no vamos a apoyar ninguna escenificación de acuerdos con el Ministerio de Fomento que luego se quede en papel mojado. Quienes pretendan engañar a los transportistas autónomos no van a tener nuestro apoyo».

Consideró, entonces, que algunos de los planteamientos presentados «se parecen más a la propuesta del IVA de Sarkozy que a otra cosa. Puro populismo».

En la asamblea realizada ayer los transportistas de Hiru precisaron que el objeto de su movilización es «reclamar a las administraciones y a los clientes de los transportistas una factura específica para el transporte de mercancías por carretera, que se adecúe cada tres meses automáticamente en función del coste del precio del gasóleo».

En este sentido, subrayaron que el precio del gasóleo es un gasto que no pueden controlar pese a que repercute directamente en su economía, tras lo que aseguraron que no están dispuestos a «pagar el pato de una subida incontrolada de la que nadie quiere hacerse responsable».

Tras las asambleas de Sintrabi e Hiru, hoy será la patronal de Gipuzkoa, Guitrans, la que decida su postura ante la convocatoria. Los gruistas se reunirán a partir de mañana.

Fuera de Euskal Herria, las movilizaciones de transportistas han comenzado ya en algunos lugares de la península.

Ante las protestas, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró en León que «el Gobierno está preparado, como es su obligación», para afrontar las consecuencias de la huelga. Señaló que es «plenamente sensible» al impacto de la subida del precio del petróleo, «a todas luces excesiva».

Dijo que pondrá sobre la mesa «todas las medidas que sean razonables» para apoyar a los sectores más afectados.

A su juicio, más allá del respeto del derecho a la huelga, «todos saben que es mejor que la actividad de un país continúe con tranquilidad».