Nunca un partido habrá tenido tan justificado el calificativo de fratricida como el derbi de Mendizorrotza de esta tarde, en el que está en juego mucho más que la categoría en la que militarán los dos equipos blanquiazules. El futuro de los dos clubes va a depender en buena medida de lo que suceda esta tarde y a ninguno de los dos les vale con el empate, sólo les sirve ganar.

Por ello se espera que José María Salmerón y Juanma Lillo presenten alineaciones muy ofensivas en busca de una autopista hacia la victoria. Tras marcar un gol en cinco partidos sin ganar, el técnico alavesista jugará con dos delanteros, dos jugadores muy ofensivos por banda y un Sergio Rodríguez como pivote creativo. El tolosarra, a juzgar de la convocatoria de ayer con cinco delanteros, previsiblemente se decantará por alinear a tres de ellos de salida, con Díaz de Zerio, Delibasic y Gari.

El primero dejó a Edu Alonso y Stevanovic sin convocar, Ángel y Samuel fueron las mayores novedades en la lista, mientras que Lillo no convocó a ningún jugador defensivo para el banquillo, en una decisión muy arriesgada en un partido de tanta tensión, lo que aumenta el riesgo de dolencias musculares. Si se lesiona alguno de los cinco jugadores más retrasados no hay ningún recambio en el banquillo porque la vuelta de Aranburu y Díaz de Zerio motivó la salida de la convocatoria de Elustondo y Estrada. Garitano y Martí tendrían que ser los que retrasasen su posición.

Cuando se afronta un partido con una mentalidad tan ofensiva y con tan pocos jugadores de carácter defensivo, la clave estará en tener el balón porque el que corra detrás de él va a sufrir mucho. La otra clave será la capacidad que tengan los dos equipos de soportar la gran tensión con la que van a afrontar el encuentro.

José María Salmerón señalaba ayer que «es el partido más importante para todos, para la ciudad, los jugadores, el cuerpo técnico. Lo sabe todo el mundo, pero sobran las palabras. Hay que empezar el partido, jugar y ganarlo. La ilusión del Alavés debe poder con todo. La Real puede ascender otro año, podrá tener más posibilidades porque esto no se termina hoy, pero el Alavés en esta situación tiene que poder con todo y no debe tener miedo, no hay tiempo ni para tener miedo, eso he querido trasmitir a los jugadores. Estoy seguro de que si ganamos hay un 99% de posibilidades de salvarnos. La Real es un equipo confeccionado para estar en Primera, pero no están sacando los resultados, no están en un gran momento de juego y debemos hacer un partido seguro y tener confianza».

Un ambiente de gala

Además los alavesistas tendrán el apoyo de la mayoría de los aficionados, aunque se espera a unos 3.000 realistas en las gradas para un partido en el que Sergi Vidal hará el saque de honor tras ganar la ACB el Tau.

Un partido que estará marcado por la denuncia presentada en la Federación Española por el supuesto intento de compra del partido jugado por el Málaga ante el Sevilla Atlético, pero los realistas no pueden descentrarse porque no será fácil que sancionen al club malacitano y le quiten los tres puntos y por eso deben pensar en lo suyo.