EHNE se manifiesta en Donostia para denunciar «el incremento de costes»
Baserritarras de Gipuzkoa ocuparon las calles de Donostia para denunciar el incremento de los costes de producción, la falta de ayudas desde la Administración y «el gran negocio de los intermediarios con el sudor de los agricultores». Pidieron crear un observatorio de precios.
GARA |
Centenares de personas secundaron la manifestación convocada por el sindicato EHNE en Donostia, y a la que se adhirieron ELA, LAB, STEE-EILAS e Hiru, para denunciar la «grave crisis» que padecen los baserritarras, que se están viendo perjudicados por el «incremento de los costes de producción». EHNE lamentó la «falta de ayudas» por parte de la Administración y criticó los «grandes márgenes de beneficio» que logran los intermediarios y la industria transformadoras frente a la «escasa ganancia» que percibe el baserritarra, que es el que aporta el trabajo.
La marcha partió a las 12.00 horas del Boulevard donostiarra encabezada por una pancarta con el lema «Baserria herriaren nortasuna eta guztion osasuna. Borrokatu ala desagertu» que portaban los miembros de EHNE, a los que seguían diversas cabezas de ganado y unos cuantos tractores.
La manifestación concluyó de nuevo en el Boulevard con la intervención del presidente de EHNE en Gipuzkoa, Iñaki Lazarobaster, y su responsable de Organización, Eneritz Otamendi. Ambos destacaron la «grave crisis», a la vez que criticaron los grandes beneficios que obtienen los intermediarios sin que «repercutan positivamente en el productor. Los precios suben en las tiendas, pero el baserritarra cobra lo mismo que hace 20 años», denunciaron.
Además, criticaron «la burocratización, el papeleo y la mala información» por parte de la Administración, cuyas ayudas «no llegan» a los agricultores, y la «manipulación de infraestructuras, como el Tren de Alta Velocidad o las incineradoras, que están dejando sin tierra a los baserritarras».
Frente a ello, propusieron la creación de un observatorio de precios que «controle el precio en origen y en el punto de venta», de manera que se ponga fin a «toda la injusticia que se está llevando a cabo».
Dijeron que la Administración pública debería marcar un «precio mínimo» del producto que garantice y permita al agricultor la posibilidad de «vivir de su trabajo».
Los baserritarras, que tuvieron el apoyo de ELA, LAB, STEE-EILAS e Hiru, reclamaron la creación de un observatorio de precios que controle su evolución desde el primer eslabón de la cadena comercial.