Denuncian que Yale pretende retrasar un siglo la repatriación de las piezas de Machu Picchu
La Universidad de Yale pretende que las miles de piezas de Machu Picchu que están en su poder ilegalmente desde 1912 sigan así durante al menos cien años más, según ha denunciado la antropóloga Eliane Karp.
GARA | LIMA
En un artículo publicado en el semanario «Caretas», Eliane Karp, antropóloga y esposa del ex presidente peruano Alejandro Toledo, asegura que, en el «Memorando de Entendimiento» suscrito en septiembre entre el Gobierno de Alan García y Yale, la universidad reconoce por primera vez que las miles de piezas que el estadounidense Hiram Bingham se llevó de Machu Picchu a principios del siglo XX en calidad de préstamo -y que nunca devolvió- son, efectivamente, propiedad del país andino. El acuerdo impone asimismo, una serie de condiciones para su repatriación. En concreto, el Memorando «obliga al Perú a reconocer el derecho de usufructo adicional de Yale sobre los materiales por 99 años», denuncia Karp.
Yale nunca ha reconocido de manera directa la propiedad del Perú sobre las piezas, que en un primer momento se calcularon en más de 4.000, cifra que se incrementó a 46.332 en un reciente inventario realizado por el Instituto Nacional de Cultura (INC) del país andino.
Karp también ha llamado la atención sobre el hecho de que Bárbara Shailor, portavoz de Yale en el caso de Machu Picchu, fue «intencionalmente ambigua» en una entrevista emitida por radio el 9 de marzo. Al ser preguntada sobre si las piezas pertenecían al Perú, respondió que «no es así de simple», a pesar de que días antes había reconocido al diario «Perú.21» que las piezas eran propiedad del país andino. «Verá -añadió-, estamos en medio de una investigación y nos gustaría conservarlas; algunas se quedan para fines de investigación».
384 piezas, en dos años
Karp, profesora visitante de la también estadounidense Universidad de Stanford, criticó al actual Gobierno peruano por haber aceptado en el «Memorando de Entendimiento» «una categorización arbitraria de las piezas», que las clasifica como «museables» y «no museables», es decir, de interés para el público y para fines de investigación. «Esta clasificación permitió a Yale decidir, de forma arbitraria, quedarse con una sustancial parte de las piezas, supuestamente no museables», ha remarcado la esposa de Toledo, cuyo gobierno pretendió llevar a juicio a Yale para lograr la repatriación de los restos incaicos.
Yale pretende devolver a Perú sólo 384 piezas en un plazo de dos años con el propósito de exhibirlas en un museo, que deberá construirse en Cuzco, bajo las directrices de la universidad.