Cómo le gusta a Confebask hacer lecturas apocalípticas del futuro que espera a la economía vasca por una u otra razón! Ahora, ha presentado un estudio sobre demografía y crecimiento alertando de que el modelo de desarrollo socioeconómico de la economía vasca está comprometido por la escasez de mano de obra. Esta carencia la basa en dos razones fundamentales: la «brutal» caída de las tasas de natalidad y la falta de adecuación de formación de las y los trabajadores a las exigencias reales de las empresas. El estudio afirma que actualmente son 16.000 los puestos de trabajo no cubiertos en las empresas vascas por falta de «adecuación profesional», especialmente en el sector industrial y de servicios y que, para el año 2020, las empresas necesitarán más de 230.000 trabajadores.

Esta conclusión no casa con las y los 80.000 parados registrados en el INEM, salvo que todas las personas inscritas carezcan de cualificación alguna, lo que no es el caso. Sólo en nuestro entorno conocemos mucha gente JASP -jóvenes más que suficientemente preparados- y mujeres cualificadas que demandan empleo y están apuntadas en todos los organismos públicos de empleo.

De todos modos, lo que más choca del estudio son las alternativas que propone para paliar el hecho de que las mujeres vascas tengan poca -o ninguna- descendencia, o para equilibrar el desajuste entre los perfiles profesionales exigidos por las empresas y la mano de obra existente. Plantea como medidas: un incremento espectacular y sostenido de la productividad; reflexionar sobre la conveniencia de prolongar la vida laboral; potenciar el incremento de la tasa de actividad allí donde sea posible; mejorar la orientación educativa y profesional que reciben los jóvenes a fin de favorecer una distribución eficiente de alumnos, facilitando el paso de la FP a la universidad y de ésta a la FP, potenciando la incorporación de la mujer a las profesiones y carreras técnico-industriales y apostando por el mantenimiento de la cultura industrial del territorio; favorecer la oferta de una orientación integral; poner en marcha medidas que permitan la integración y la formación sociolaboral de la inmigración, de acuerdo a las necesidades del mercado de trabajo; y, finalmente, diseñar políticas demográficas que ayuden a solventar en el futuro el problema hoy existente.

«Curiosas» las alternativas de la patronal. Le sugiero que las complemente con las carencias que manifiestan las mujeres y las parejas, que son las que en la práctica limitan la natalidad: malas condiciones laborales; precariedad en el empleo, bajos salarios, temporalidad...; falta de medidas reales de conciliación de la vida familiar, laboral y personal; acceso a una vivienda digna...

Claro que si observamos que Confebask apeló a las administraciones, empresas y centros educativos para que «asuman el liderazgo y aborden con urgencia y de una manera coordinada el problema» -olvidando a los sindicatos- se entienden mejor sus alternativas, conservadoras y clasistas.