El ministro del Interior español, Alfredo Pérez Rubalcaba, indicó ayer al lehendakari, Juan José Ibarretxe, que el Gobierno del PSOE dirá «siempre que no al derecho a decidir, es decir a la autodeterminación, lo plantee quien lo plantee; ETA o el propio lehendakari».

Pérez Rubalcaba respondió así a las declaraciones realizadas por Ibarretxe, en las que afirmaba que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, «ha hablado con ETA de las mismas cosas que se niega a hablar conmigo» y ha hecho «concesiones a sus representantes en octubre de 2006 de las que ahora no quiere tratar».

El ministro español señaló al lehendakari que todos los ciudadanos quieren decidir, pero apostilló que «en democracia se decide según las reglas de las que nos hemos dotado».

Pérez Rubalcaba requirió, a este respecto, que «no confunda» a la ciudadanía vasca y les diga directamente «que está en plena campaña electoral». Declaró en un acto en Cantabria que entiende que Ibarretxe tenga «angustia electoral», porque ante las próximas elecciones autonómicas «puede haber alternancia», pero advirtió de que el PSOE va a seguir diciendo no a su plan y «no va a tener miedo».

En este contexto, el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, manifestó en un acto en Urduña que su formación «sigue teniendo la mano tendida» al PSOE para llegar a acuerdos y expresó su disposición de impulsar un «diálogo integrador y sin exclusiones» que permita lograr un pacto.

Urkullu valoró que este acuerdo debería aunar el «consenso» de la sociedad y de las instituciones vascas y las del Estado.

En cuanto a los conflictos existentes dentro de formación, insistió en que en el PNV «no sobra ningún compañero de viaje».

Por su parte, el consejero de Interior de Lakua, Javier Balza, en una entrevista concedida a «Deia», manifestó que hablar de un Estado vasco «puede quedar muy bien en el mitin de turno, pero no está en las claves sociales de hoy día». Preguntado sobre la negativa de algunos partidos a la celebración de la consulta que pretende Ibarretxe, afirmó que «la gran mayoría sigue anclada en esquemas tradicionales, en los que un señor, sea el presidente del Gobierno español o el secretario general de un partido, decide qué pueden o no pueden hacer los ciudadanos».

«Extremismo de Txiberta»

«Estamos hablando de lo contrario, de que sea la ciudadanía la que marque las pautas de la actuación pública», agregó. Según Balza, el PNV supo acertar en su día en la apuesta por el Estatuto. «Hay que admirar a quienes decidieron entonces porque ni se fueron al extremismo de Txiberta ni aceptaron un esquema de comunidad autónoma ordinaria, sino que se dio la importancia que tenía a la identidad nacional», aseguró.