El tripartit catalán puede respirar tranquilo. La victoria del tándem Puigcercós-Ridao en las elecciones del sábado a la Presidencia y a la Secretaría General de ERC (con poco más de un 37% de los votos cada uno) garantiza la continuidad del pacto al que llegó ERC con el PSC e ICV cuando los tres partidos sumaron mayoría hace un año y medio en las elecciones al Parlament de Catalunya. La victoria del proyecto continuista es aún mayor si le sumamos el otro tándem que defendía esta opción: Benach-Niubò, quienes tenían el apoyo del presidente saliente, Josep-Lluís Carod-Rovira. La dos candidaturas juntas logran más del 60% de las papeletas. Y hacen pronosticar que la ponencia oficial recibirá también la mayoría de los votos en el Congreso Nacional que tiene el partido el próximo sábado.

Pero la victoria para Puigcercós es agridulce, pues el crítico Reagrupament.cat (Rcat) con Joan Carretero ha sacado un 27% de los votos a la Presidencia. Este apoyo que le ha dado la militancia permite a Carretero sacar pecho y reivindicarse como un sector importante dentro del partido. Especialmente ilustrativas fueron las palabras de Rut Carandell (que se presentó por RCat a la Secretaría General) minutos después de conocerse los resultados: «Valoramos muy positivamente nuestro resultado, que consideramos que pone de manifiesto que la renovación de ERC que representa RCat sigue su linea ascendiente. Hoy se ha consolidado la alternativa». Sus palabras dan a entender que este sector, aunque respete a los ganadores, quiere continuar trabajando para que su propuesta gane adhesiones dentro del partido. ¿Y cuál es su propuesta? Constituir un bloque soberanista en el Parlament de Catalunya que permita conformar el gobierno en base a esta mayoría. Esta propuesta se puede interpretar como una apuesta para cambiar el PSC por CiU como socios en la Generalitat.

Así pues, si algunos pensaban que los comicios internos lograrían cerrar el debate en ERC y unir la militancia alrededor de una estrategia concreta, los resultados han puesto al descubierto que la brecha continúa abierta. De hecho, han servido para medir las fuerzas de cada cual. También ha servido a Puigcercós para ganarle la batalla a Carod por el liderazgo del partido y estar mejor posicionado para las próximas elecciones autonómicas.

Joan Puigcercós y Joan Ridao, conscientes de la diversidad del voto, tras conocerse los resultados, tendían la mano al resto de candidatos y aseguraban que durante esta semana trabajarán en vistas al Congreso Nacional del sábado para constituir una nueva dirección «lo más unitaria y cohesionada posible». Con toda probabilidad, incorporarán en ella a miembros de la candidatura ERC Futur, que comparte con ellos la apuesta por la continuidad del tripartit. Y no sorprendería que la nueva ejecutiva del partido también incorporase a integrantes de Esquerra Independentista, la candidatura que peor resultados sacó el sábado (8,10% para la Presidencia y 18,42% para la Secretaría General). No sorprendería porque las urnas les han dejado en una situación difícil para continuar marcando un perfil propio dentro del partido y porque hasta hace sólo algunos meses formaban parte de la misma dirección del partido.

A quienes será más difícil de integrar en la nueva ejecutiva es a Reagrupament.cat, precisamente por la interpretación positiva que los de Carretero han sacado de los comicios. Y porque parece difícil conciliar a los que quieren mantener el pacto con el PSC y los que quieren establecerlo con CiU.

El tándem ganador ha tomado buena nota de los resultados y del peso que tienen entre la militancia los descontentos con la linea oficial del partido. El mismo Ridao expresaba que son «conscientes de que hay en el interior del partido una voluntad de cambio«. Y a esta reflexión posiblemente responda el anuncio que hacía ayer Puigcercós: «En otoño vamos a sentarnos con los otros partidos del Govern para actualizar y explicar nuestros objetivos para los dos últimos años de la legislatura». Tal vez de esta manera logrará acercarse a los críticos de Carretero, o como mínimo posponer para más adelante que surja de nuevo el debate estratégico.

Pero más allá de los posibles debates de futuro, ¿cuál es el programa del nuevo presidente de Esquerra? Las últimas semanas en distintas entrevistas, actos políticos y también a través del libro «Generació.cat (Editorial Mina), Puigcercós ha dibujado su proyecto de país. En clave nacional, entiende la propuesta de referéndum para el 2014 que hizo Carod como una fecha simbólica, pues considera que un referéndum de estas características no se puede plantear con frivolidad, y que requiere un trabajo previo de construcción de estructuras de Estado, una mayoría social, un modelo de país y vías para articularlo. El nuevo presidente de ERC, pues, prefiere marcar un reto previo: acuerdo de financiamiento sólido para el 2010 que permita avanzar hacia el concierto económico. Y en clave social, considera que hay que renovar el discurso de la izquierda tomando como ejemplo Bill Clinton y Tony Blair, porque para él son ejemplos de una «izquierda modernizadora». Y es que Puigcercós se reivindica socialdemócrata, pero añade que con una «corrección liberal», pues aprecia «el valor de la propiedad, la competencia, el mercado y la meritocracia».