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DERBI EN MENDIZORROTZA

La remontada de Dortmund culmina siete años después para resucitar al Alavés

En mayo de 2001, un gol en propia puerta de Geli impidió que el Alavés tocara el cielo tras una final de la UEFA trepidante. Ayer, en un minuto no menos vibrante, un gol de Toni Moral resucitó a un equipo que caía a Segunda B.

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DEPORTIVO ALAVÉS 3

REAL SOCIEDAD 2

Jon ORMAZABAL | GASTEIZ

El Deportivo Alavés pasó casi noventa minutos en Segunda B, pero gracias a una extraña conjunción de los astros que pasan muy de vez en cuando, dos goles de Jairo y Toni Moral en dos minutos les permite seguir albergando esperanzas en una salvación para la que volver a ganar en Vigo se antoja indispensable. Todo ese subidón de adrenalina vivido entre los aficionados albiazules fue depresión entre una afición realista que, de verse con pie y medio en Primera, necesita un milagro parecido al vivido ayer por los albiazules para conseguir un sueño que saborearon durante muchos minutos de un derbi para el recuerdo.

Y es que, para lo bueno y para lo malo, partidos como el de ayer son de los que quedan marcados a fuego en la historia de los clubes y habrá que confiar en que supongan la inyección de moral que necesitan los albiazules para salvar un año especialmente duro y que no tumbe a una Real que aún puede conseguir su objetivo si consigue tener la fe que demostraron ayer los babazorros. Tras los resultados de ayer, la Real necesita ganar al Córdoba en la última jornada -un resultado beneficioso para el Alavés- y esperar a que Sporting o Málaga pinchen. Hay que recordar que el Sporting le tiene ganado el gol average particular a la Real, el Málaga se lo tiene ganado al cuadro asturiano, mientras los donostiarras se lo ganarían al cuadro andaluz. En caso de triple empate final a puntos, sería el Málaga el que se quedaría fuera del ascenso a Primera, subiendo asturianos y vascos.

En el caso de los de Salmerón, un triunfo en Vigo aseguraría virtualmente la permanencia, aunque puede no servir, pero incluso el empate podría servir, dependiendo de cómo se desarrolle una jornada final que se presupone de infarto.

Nervios a flor de piel

Resulta complicado dar con las palabras exactas para relatar todo lo vivido en un derbi que no merece ser recordado por lo futbolístico pero que puede marcar un antes y un después por la tensión con la que se vivió en un Mendizorrotza que albergó el mejor ambiente en muchos años con la salvedad de alguna discusión subida de tono durante el partido y por los incidentes al término de un final no apto para cardiacos.

Toda la presión que se palpaba en la grada se trasladó al césped en un partido marcado por los errores en el que, sin jugar apenas nada, la Real tuvo el triunfo en sus botas pero el error de Víctor Casadesús, que tuvo el 1-3 en un mano a mano con Bernardo, pesó más que los cometidos por los albiazules.

Y es que, como si fuera una lacra de la que parece imposible escapar, los dos goles realistas y la clara oportunidad del delantero balear partieron de errores imperdonables por parte de los albiazules a la hora de sacar el balón jugado.

Así, en el minuto 9, Martí le robó la cartera a Lacen y percutió por una desguarnecida banda derecha para conectar con Delibasic y Diaz de Zerio, que batió a Bernardo en su salida.

Al Alavés le costó menos de lo que acostumbra reaccionar y, tras dominar a una Real venida a menos durante gran parte de la primera parte, un buen ataque dibujado por Gabri que metió un balón en profundidad a Adrián, que entró en el área y batió a Riesgo.

Once minutos después, un nuevo error en la zaga albiazul, en este caso de Gaspar, permitió a Diaz de Zerio ganar la línea de fondo por el carril izquierdo y su centro fue rematado por Delibasic a gol, llevando el delirio a la afición txuriurdin.

El mazazo fue brutal y todo parecía perdido cuando Víctor aprovechaba otro error para plantarse solo ante Bernardo. Sin embargo, todo cambió en un instante mágico y, evocando al espíritu de Dortmund de hace siete años, el Alavés le dio la vuelta al marcador culminando aquella remontada pendiente.

Salmerón: «El final ha sido heroico»

Como no podía ser de otra forma, los rostros de José María Salmerón eran antagónicos a la hora de pasar por sala de prensa, aunque eso sí, ambos coincidieron en que, como bien reflejó el almeriense «fue un partido para que el corazón te diera una hostia».

Tras un final como el de ayer, todos los resúmenes tácticos estaban de sobra y el técnico albiazul destacó «la fe que ha tenido el equipo. Ha sido una remontada heroica y los jugadores han creído hasta el último minuto. Hemos cometido errores que son imperdonables en esta categoría, pero el equipo ha mantenido la implicación que ha tenido durante toda la temporada y al final hemos tenido la fortuna que no hemos tenido en otros partidos», señaló.

Juanma Lillo, por su parte, no encontró las palabras para resumir lo acontecido y confía en que «la gran decepción sea preludio de una gran alegría. Sólo podemos lamentarlo durante 24 horas».

Jon ORMAZABAL

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