La feria del cáñamo se viene celebrando desde hace trece años en Holanda, donde surgió como una muestra de los cultivos y tiendas de consumo (coffee shops) de ese país. Desde hace cinco años también se celebra en el Estado español. La edición del pasado año tuvo lugar en Barcelona y asistieron unas 15.000 personas, cifra que se espera igualar en «Sanferweed» («weed» significa «hierba» en inglés americano).

Estas convenciones cannábicas están impulsadas desde una publicación del sector que cuenta con cinco periódicos gratuitos distribuidos en Holanda, Gran Bretaña, Italia, Estado francés y Estado español. En ellas exponen empresas, tiendas y cultivadores de cannabis, y también participan escritores y personajes que defienden la despenalización del uso de esta hierba.

La feria de Iruñea está siendo organizada por el partido RCN-NOK (Representación Cannábica Navarra-Nafarroako Ordezkaritza Kanabikoa), y en ella se incidirá en la importancia que la legalización del cannabis tiene en la economía y en la creación de puestos de trabajo y en la revitalización del pequeño comercio. De momento, ya está confirmada la presencia de casi un centenar de empresas de todo Europa, superando así el número de las que acudieron el pasado año a Barcelona. Entre ellas figuran firmas cuya ac- tividad va dirigida sobre todo a los distribuidores mayoristas.

Tres de las empresas que expondrán en el Baluarte están ubicadas en Nafarroa. Una es una marca de camisetas, otra se dedica a la comercialización de semillas de cannabis y otra se encarga, sobre todo, de comercializar un DVD sobre el cannabis y productos para el autocultivo. «Se trata de una convención de cannabicultores de todo Europa para conocer los últimos inventos relacionados con el desarrollo tecnológico del cultivo y las últimas novedades del sector», explica el presidente de RCN-NOK, Fermín Les Lacosta.

Prohibición del Consistorio de Iruñea

Los organizadores de «Sanferweed» han alquilado el Baluarte de Iruñea para acoger a los expositores, pero se han encontrado con la prohibición municipal para realizar cualquier tipo de actividad en la plaza contigua a este Palacio de Congresos-Auditorio.

«Nos han denegado todos los permisos. Hemos insistido numerosas veces para mantener una reunión con Yolanda Barcina, pero no hemos recibido ninguna respuesta. Vamos a ser los únicos que, habiendo alquilado el Baluarte, no vamos a poder utilizar la plaza para ningún tipo de actividad, ni política ni nada. Aunque ahora nos concedan los permisos, ya no nos da tiempo de organizar las actividades que teníamos previstas, como traer conciertos o instalar una carpa centrada en la legalización del cannabis», lamenta Fermín Les.

La feria estará abierta al público en general, pero la entrada al Baluarte no será gratis. En principio, está previsto cobrar 12 euros el jueves 3 de julio, 15 euros el viernes 4 y 20 euros el sábado 5, víspera del comienzo de los sanfermines. Durante esta feria también se realizará la entrega de premios a los mejores productos del año y a la mejor cata ca- nnábica del Estado español.

«Consumir cannabis no es delito»

«Aunque mucha gente piense lo contrario, consumir cannabis en el Estado español no es delito, siempre que lo hagas en tu ámbito privado. Lo que es delito es transportarlo o consumirlo por la calle, pero en tu casa o en tu privacidad lo puedes consumir tranquilamente». Así lo explica el presidente del RCN-NOK, al tiempo que informa de que ya se han celebrado cuatro juicios contra militantes del partido y «se ha demostrado que autocultivar cannabis para consumir entre los adictos no es delito».

«Los jueces no lo consideran delito. Tendría que tratarse de una cantidad exagerada como para alguien sea condenado por tráfico de drogas. Pero esa cantidad no está definida, porque no existe jurisprudencia al respecto. En el caso del hachís -informa Fermín Les- está establecido en 50 gramos, pero en el caso de las plantas no se ha fijado ninguna cantidad. Sí es delito consumirlo en público o transportarlo, aunque sólo sean microgramos, pero nosotros hemos tenido juicios de autoconsumo desde uno hasta treinta gramos y el juez ha determinado que eso no es delito».

También constata que el Estado español es el más permisivo de Europa respecto al consumo de cannabis, junto con Holanda. «En este país -precisa- la Policía hace la vista gorda dentro de los coffee shops, los locales utilizados para su consumo. Los agentes saben que allí hay un pequeño trapicheo pero no intervienen. En la calle no lo permiten, pero el consumo privado no es delito».

Por el contrario, señala que el Estado francés es «el más restrictivo de la Unión Europea, el abanderado por excelencia del prohibicionismo. Es el país que cuenta con las leyes más duras, hasta el punto de que no permiten ni llevar una camiseta con una hoja de cannabis al instituto. Sin embargo, Gran Bretaña se ha vuelto un poco más tolerante, y cada persona puede llevar en el bolsillo una onza de hachís, que equivale a 24 gramos. Mientras tanto, los países musulmanes, como les obligan a arrancar las plantaciones de cannabis, se quejan de que en Europa haya permisividad para el consumo y han pedido sanciones más duras».

En cuanto a la procedencia del hachís (la resina de la planta), el presidente de RCN-NOK indica que ha variado en los últimos años. «Antes se traía mucho desde Marruecos -recuerda-, pero ahora lo que hace la gente es cultivarlo aquí. Hay autocultivo, tiendas, revistas del sector... Es un fenómeno cada vez más habitual, y eso está acabando con el mercado ilegal». A este respecto, indica que Euskal Herria es el foco de autocultivo de cannabis más grande del Estado, superando incluso a Madrid y situándose al mismo nivel que Barcelona.

De momento, en Nafarroa existen cinco tiendas que comercializan productos en torno al cannabis: dos en Iruñea, una en Tutera, otra en Tafalla y otra más en Burlata. Esta última es propiedad de Fermín Les, quien no ha tenido «ningún problema» con su actividad. «Nosotros vendemos sacos de tierra, macetas, abonos y semillas de cannabis que compramos legalmente en Holanda, con factura -matiza-. Desde que no hay fronteras en Europa, esta práctica se ha extendido muchísimo. Aquí puedes cultivar para tu propio consumo, y si eres adicto, aunque la Guardia Civil te detenga, luego el juez te absuelve, porque no es delito. Es cierto que la Ley Corcuera prohíbe el consumo en la calle y si te pillan fumando te pueden imponer una sanción administrativa. Pero todo lo demás está sin regular, y nosotros pedimos que se regule, que se determine el número de plantas que puedes tener para tu autoabstecimiento. Por otro lado, también hay gente que lo compra a particulares y luego lo vende a sus amigos».

En lo que se refiere al consumo de cannabis, un reciente estudio del Departamento de Salud del Gobierno de Nafarroa señala que, entre los jóvenes, se ha registrado por primera vez en veinte años una tendencia a la baja, al igual que otras drogas, excepto el alcohol. Así, en 1997 había un 19,5% de jóvenes entre 15 y 29 años que lo consumían de forma habitual; en 2002 había ascendido al 24,8% y en 2007 ese porcentaje se había reducido al 17,8. En cualquier caso, el cannabis sigue siendo la droga más consumida.

No obstante, Fermín Les aclara que este tipo de encuestas no son globales, sino que se hacen por segmentos de edad. «Se calcula que más del 90% de la población lo ha probado alguna vez en su vida, que un 20% lo consume una vez al mes y que un 5% de la población lo hace a diario. Además -agrega-, se trata de la droga más consumida y la más incautada, ya que el 90% de toda la droga incautada es cannabis».