Bush llega a la residencia de Brown entre protestas por su política militar
GARA |
La ocupación iraquí y el programa nuclear iraní marcarán la reunión de hoy entre el primer ministro británico, Gordon Brown, y George W. Bush, que ayer llegó a Londres.
Según una entrevista publicada en el londinense «The Observer», Bush advirtió a Brown contra cualquier intento de fijar un calendario para la retirada de las tropas británicas de Irak.
La Casa Blanca se apresuró a desmentir la existencia de diferencias políticas entre ambos países.
En declaraciones efectuadas desde el avión que trasladaba a Bush a la capital británica, el consejero delegado de seguridad de la Casa Blanca, Stephen Hadley, resaltó que tanto Bush como Brown «sólo creen en el regreso de las tropas tras haber alcanzado el éxito sobre el terreno».
Gran Bretaña tiene 4.200 soldados en Irak. Desde el inicio de la ocupación en 2003, ha perdido 176 militares. La semana pasada, un informe apuntó la posibilidad de una retirada definitiva para finales de año.
Mientras Bush cenaba con Brown, alrededor de 2.000 personas denunciaron en las inmediaciones de Downing Street, fuertemente vigilado, la política militar de EEUU, al tiempo que exigieron la detención de Bush.