Los tractores de UAGA dan la alarma por la situación crítica del sector
Agricultores y ganaderos alaveses sacaron ayer los tractores a la calle para extender a la sociedad la voz de alarma por la situación crítica que vive el sector. Bajo el lema «Hasta aquí hemos llegado», reclamaron la alianza de los consumidores y demandaron a las instituciones medidas fiscales, la negociación de préstamos, la revisión del plan de ayudas y un observatorio de precios, entre otras medidas, para salvar al sector de una situación que califican de «asfixia».
Pablo RUIZ DE ARETXABALETA |
Varios centenares de agricultores acompañados de unos 75 tractores llevaron ayer por las calles de Gasteiz la voz de alarma por la situación que vive el sector agroganadero. Convocados por el sindicato UAGA bajo el lema «Hasta aquí hemos llegado», se concentraron frente al centro comercial El Boulevard con el fin de explicar a la sociedad su situación y reclamar a las administraciones medidas para solucionar su situación .
En uno de los tractores, un muñeco vestido de baserritarra sobre una cama acompañado de dos «médicos» representaba al sector agonizante, en la UCI, necesitado de medidas urgentes que lo reanimen.
«Productores y consumidores somos los perdedores», «Baserritik bizi nahi dugu» o «Con los alimentos no se especula», fueron algunos de los lemas coreados durante la marcha que, a través de la Avenida de Gasteiz, llegó hasta el centro de la ciudad y concluyó con los tractores alrededor del Palacio de la Diputación. UAGA entregó allí un escrito con sus demandas.
La presidenta del sindicato, Yolanda Urarte, explicó que el objetivo de la movilización fue «hacer ver a la sociedad y a las instituciones la situación crítica en el que nos encontramos, que se va arrastrando desde hace tiempo y se va agravando cada vez más. Se necesitan medidas a corto plazo, pero también a largo plazo». Además, auguró más movilizaciones de agricultores y ganaderos en Euskal Herria.
Alianza con los consumidores
Los agricultores subrayaron su voluntad de tener como aliados a los consumidores y trasladarles que «no somos los causantes de que suba la cesta de la compra. No hay relación directa entre nuestros precios y lo que el consumidor paga. También somos consumidores y necesitamos su apoyo», porque, «de lo contrario, tanto ellos como nosotros vamos a salir perdiendo». En cuanto a las administraciones, Urarte subrayó que tanto las locales como las autonómicas y la estatal deben tomar medidas. Entre ellas, reclamaron medidas fiscales a la Diputación y al Estado, como diferentes aplicaciones del IVA.
También exigió al Ejecutivo foral la formación de una mesa negociadora que revise el Plan de Ayudas a las explotaciones agrarias con efecto retroactivo, que se negocien las hipotecas y los préstamos y un aumento del presupuesto del Departamento de Agricultura.
Al Ejecutivo de Lakua exigió la aplicación del doble etiquetado de los productos y la creación de un observatorio de precios. En este panorama de «asfixia» del sector, Urarte criticó que las rigurosas exigencias que deben cumplir para garantizar productos de calidad, «no se cumplen en los puertos y en las fronteras, con lo cual no aseguramos que el producto que entra de fuera tenga la misma calidad».
UAGA explicó que la subida de los carburantes es «la gota que ha colmado el vaso» pero que también «nos afecta la subida de los fertilizantes y de las semillas. Nos afecta que nuestros productos no salen al mercado y llegan productos de otros países a precios que no son competitivos para nosotros».
Varios centenares de transportistas y agricultores belgas protestaron con sus vehículos en Bruselas por la carestía de los combustibles y la reducción de sus márgenes comerciales. Las protestas, justo antes de la cumbre de líderes de la UE que comenzará hoy en la capital europea, se desarrollaron bajo un importante dispositivo policial que cerró la zona.
Los agricultores, que concentraron varios cientos de tractores en el Parque del Cincuentenario -vecino a las sedes de la UE- protestaron también contra la presión que ejercen sobre ellos las grandes empresas de distribución y que se traduce en una reducción de sus beneficios, mientras que los precios de venta al público no se reducen. Esta protesta estuvo convocada por varias asociaciones de agricultores de la región francófona de Valonia. En cambio, los agricultores de la región belga de Flandes se manifestaron en otro punto de Bruselas, ya que mantienen posturas diferentes respecto a sus colegas valones sobre las cuotas lecheras.
En cuanto a los transportistas, unos 170 camiones se concentraron en el centro de la capital belga y europea para pedir medidas que les compensen por el aumento del gasóleo. La marca se desarrolló bajo una intensa vigilancia policial, aunque sí hubo atascos en algunas de las principales arterias de la ciudad.