Previamente al inicio de la cumbre hoy en Bruselas, los tiempos de la energía barata «no van a volver», recalcó el primer ministro esloveno y presidente de turno de la UE, Janez Jansa, y añadió que son necesarias medidas a corto, medio y, sobre todo, a largo plazo.

Los Veintisiete descartan intervenir en el mercado y creen que la única solución es «adaptar» la economía europea al nuevo escenario, aunque también son conscientes de que deben ofrecer asistencia a los colectivos más desfavorecidos y a los sectores más afectados por la subida del petróleo. Esta ayuda deberá estar «claramente dirigida y aplicarse en el corto plazo», subraya el borrador de conclusiones de la cumbre.

Hasta la fecha, sólo ha propuesto «medidas de emergencia» para paliar la crisis en el sector pesquero, con una subida de 30.000 a 100.000 euros por empresa del límite de ayudas estatales que pueden concederse sin justificar y más flexibilidad en la concesión de fondos europeos.

Sin posibilidades

Y aunque ya ha quedado claro que la mayoría de países y también la Comisión están en contra de modificar la fiscalidad energética para mitigar la subida de los precios, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, tiene pensado exponer su propuesta de reducir el IVA de los carburantes cuando el precio del petróleo supere un determinado umbral.

Aún menos posibilidades de encontrar respaldo entre sus socios tiene la idea aventurada por el Gobierno italiano de aplicar un nuevo gravamen a los beneficios de las compañías productoras y distribuidoras de petróleo y aprovechar los ingresos adicionales para asistir a las personas de rentas más bajas.