Tomás Domínguez Arévalo, más conocido como Conde de Rodezno, fue un político «profundamente antidemocrático, responsable y cómplice del exterminio político» realizado tras el golpe de Estado franquista. Así lo recordaron ayer representantes de las asociaciones que han impulsado el Autobús de la Memoria, concretamente de la Asociación de Familiares de Desaparecidos y Fusilados, Asociación Pueblo de las Viudas, Ahaztuak 1936-1977, Txinparta, Memoriaren Bideak, Psicólogos sin Fronteras y el grupo de artistas Hutsarte.

En nombre de todas estas asociaciones, Carlos Martínez, Félix Esparza, José Luis Díaz y Joseba Burusko explicaron ayer ante el edificio principal de la Universidad Pública de Nafarroa que se ha elegido de forma intencionada el Monumento a los Caídos, situado en la Plaza Conde de Rodezno, para finalizar la andadura del Autobús de la Memoria.

El acto central tendrá lugar mañana a las 19.30, después de que el autobús acuda a Agoitz a las 11.30 para realizar su penúltima salida. El acto ante el Monumento a los Caídos comenzará con la lectura del manifiesto elaborado con motivo de la puesta en marcha del Autobús de la Memoria, y también habrá un pequeño festival en el que intervendrá Fermin Balentzia.

«Que no quede ningún rastro»

Félix Esparza explicó que se ha elegido este lugar «por lo que representa esta plaza y este monumento, donde se supone que están enterrados dos generales franquistas de tan trágico recuerdo como Mola y Sanjurjo». A este respecto, pidió que «no quede ningún rastro de esa época fascista, que tanto dolor y tragedia dejó para muchas personas», y que «desaparezca este lugar emblemático para los nostálgicos del franquismo».

A modo de balance, Carlos Martínez dijo que se han cumplido todos los objetivos que se habían propuesto al comienzo de esta andadura.

«Hemos visitado todos los pueblos que habíamos anunciado y bastantes más. Se han realizado cinco exposiciones que han sido visitadas por más de 2.000 personas, proyecciones de documentales y charlas. Además, en muchos pueblos se han realizado homenajes a los fusilados y represaliados del lugar. Este era el objetivo del Autobús de la Memoria, recordar la matanza y el exterminio que tuvo lugar tras 1936 en Nafarroa, en un herrialde que no era frente de guerra. Y lo hemos hecho -concluyó- para que aquellos hechos no se olviden y nunca más vuelvan a ocurrir».