«Wonderful Town» es el último gran éxito internacional del cine tailandés, tras pasar por numerosos festivales, como la Berlinale, recogiendo elogiosas críticas. Ganó en Rótterdam, en Pusán y en Las Palmas se hizo con el Premio Especial del Jurado. El realizador Aditya Assarat ha querido dar una visión personal de los efectos del tsunami, rodando en la localidad costera de Takua Pa, donde murieron ocho mil de sus habitantes.

La catástrofe natural ocurrió en el 2004 y Assarat visitó el lugar dos años después, quedando muy impresionado por lo que vio. Aparentemente, nada hacía pensar que allí hubiera podido ocurrir semejante devastación, porque las casas y calles habían sido reconstruidas, mientras que las palmeras fueron plantadas otra vez. El paisaje volvía a ser idílico, pero bajo el aspecto paradisíaco de postal se colaba la tristeza de los lugareños, incapaces de recuperarse del trauma sufrido.

La depresión económica también influía, puesto que el turismo se había desplazado a otras partes no tan afectadas directamente por las consecuencias del cambio climático. En ese ambiente fantasmagórico se desarrolla una historia de amor en forma de triángulo fatal, con un arquitecto de Bangkok que viaja a la zona por proyectos hoteleros, la joven y atractiva dueña de la modesta pensión donde se hospeda y el celoso hermano de esta, que no ve con buenos ojos, como tampoco lo hace el resto de habitantes del pueblo, la llegada del forastero.