El alcalde de Barañain rehúsa recibir a los colectivos tras prohibir sus actos
El alcalde de Barañain ha intentado justificar las prohibiciones y retiradas de subvenciones a los colectivos populares que han organizado sus propios actos. Éstos le han solicitado que sean recibidos para arreglar la situación, pero el primer edil no ha querido ni escuchar.
Jasone MITXELTORENA |
La localidad de Barañain vive días de polémica a escasas jornadas de sus fiestas. Los colectivos populares, la Comisión de Txosnas y Jai Batzordea salieron a la calle el lunes denunciando las prohibiciones que han llegado desde el Ayuntamiento gobernado por UPN para celebrar las hogueras de San Juan y otras muchas actividades organizadas por el movimiento popular para las fiestas que comienzan la semana que viene. Asimismo, les han sido impuestos el cambio de lugar de las txosnas y restricciones de horarios, además de que se les han retirado las ayudas de las que gozaban.
Por todo ello, exigieron al alcalde, José Antonio Mendive, que explicara su actuación y que recibiera a los ciudadanos que conforman los colectivos para que se pudiera arreglar la situación. Mientras tanto, han convocado diversos actos de protesta: ayer tuvo lugar una cacerolada, hoy harán una manifestación a las 19.00 y mañana protestarán de forma festiva, con un poteo popular a la misma hora.
Consenso contra el alcalde
Tras el movimiento popular, que reunió a más de medio millar de personas en su comparecencia del lunes, el martes se posicionaron los grupos políticos. NaBai e IUN, grupos de oposición en el Ayuntamiento, comparecieron por la mañana acusando al alcalde de «generar un ambiente de crispación», considerando que «el objetivo de las exigencias incumplibles impuestas a las txosnas es el de eliminar este espacio de las fiestas de Barañain». Asimismo, denunciaron «la exclusión» que han sufrido los demás grupos del Ayuntamiento.
La izquierda abertzale, más allá de rechazar la actitud del alcalde y mostrar su apoyo a los colectivos, llamó a los vecinos y las vecinas a secundar las movilizaciones convocadas y «en caso de que se empeñen en esta actitud fascista, llamamos a la población en su conjunto a responder de manera contundente, firme e imaginativa». Y es que, en sus palabras, «este actual gobierno viene a poner la `txapela' a tantos años de ataques a un modelo de pueblo, crítico, asociativo, solidario, euskaldun...», citando los recortes que se vienen sufriendo en diversos ámbitos. Alertó de que «este pueblo se juega más que estas fiestas», por lo que apeló a la unidad.
El alcalde presentó el miércoles las fiestas, y dejó clara su negativa a reunirse con el movimiento popular para intentar solucionar la situación. Éstos llamaron a apoyar las actuaciones organizadas para las fiestas.
El alcalde obliga a cambiar las txosnas al Polígono Lagunak, a cerrar a las 3.30 viernes y sábado, prohíbe la cena de mujeres y las hogueras de San Juan y sólo subvenciona el programa oficial.