Seguirá trabajando en clave azulgrana hasta el próximo 30 de junio, pero ya se puede decir que Javi Pérez es el nuevo secretario técnico del Alavés. El soraluzetarra se despidió ayer del Eibar de manera oficial, para acometer horas después su «puesta de largo» con el club gasteiztarra.

Pérez se mostró visiblemente emocionado durante su comparecencia en Ipurua, en la que incluso rompió a llorar. Tampoco es de extrañar, teniendo en cuenta que ha sido uno de los grandes protagonistas de la historia azulgrana durante la última década. Ayer no quiso olvidar, en su larga lista de agradecimientos, a ninguna de las personas con las que ha coincidido en ese tiempo, además de la afición, y al club como tal, «que me dio la oportunidad de dedicarme profesionalmente al fútbol». No ocultó, de hecho, que le gustaría regresar en un futuro al club armero «y aportar mis nuevas experiencias».

En lo que respecta a su decisión, el técnico aseguró que «ha llegado el momento de dar un paso adelante» y afrontar un nuevo «reto» que, en el caso del Alavés, considera «apasionante». Quiso dejar claro, por otra parte, que «no habrá conflicto de intereses». La planficación del Alavés 08/09 no interferirá en la que todavía está realizando en el Eibar.

No cabe duda, sin embargo, de que pasa a trabajar en la competencia directa del club armero, ahora que la crisis económica que atraviesa el Alavés tampoco le permite realizar demasiados dispendios. Javi Pérez, de hecho, reconoció que el mercado en el que se moverá para reconstruir el equipo albiazul será también el de Segunda B y Segunda A.

Ya por la tarde, en su presentación en Gasteiz, ahondó en este tema, asegurando que buscará jugadores «con ilusión», un factor que también ha intentado explotar desde su puesto en el Eibar. Reconoció asimismo que tiene mucho «trabajo por hacer en menos de un mes -la pretemporada comenzará el 17 de julio- para intentar evitar que se repita lo sucedido en estas últimas temporadas».