La Cámara de Representantes votó ayer a favor de la inmunidad de las empresas de telecomunicaciones que colaboran con el Gobierno estadounidense en la realización de escuchas telefónicas.

El texto, fruto de varios meses de negociaciones, estipula que estas empresas podrán burlar las actuaciones judiciales si prueban ante un juez que recibieron autorización de la Casa Blanca para hacer las escuchas.

Tras los atentados del 11 de setiembre de 2001, el Gobierno puso en marcha un programa de escuchas sin autorización judicial, que se suspendió en enero de 2007 después de que «The New York Times» diera a conocer la existencia de esta práctica en diciembre de 2005.

Desde entonces, se han presentado cerca de 40 demandas judiciales contra las compañías telefónicas que llevaron a cabo esas escuchas.

El presidente George W. Bush alabó la aprobación de este nuevo proyecto de ley que, según remarcó, «permitirá a nuestros profesionales de inteligencia enterarse de los planes del enemigo para atacarnos».

El presidente estadounidense había amenazado con vetar cualquier medida que no concediera inmunidad a las empresas telefónicas.