Los diputados laboristas decidieron ayer que mañana votarán a favor de la disolución de la Knesset (Parlamento israelí), lo que podría suponer la caída del Gobierno de Ehud Olmert.

Quince de los 19 parlamentarios laboristas de la Knesset acudieron ayer a una reunión en la que decidieron votar a favor de la disolución de la Cámara tras las denuncias por corrupción presentadas contra Olmert.

Una disolución de la Knesset supondría unas elecciones anticipadas. La legislatura tendría que durar hasta 2010.

Sin el apoyo de los laboristas, la coalición gubernamental de Olmert perderá la mayoría de 61 escaños sobre 120 que tiene en la Knesset, que mañana votará una proposición del Likud (derecha) para disolver la Cámara. Esta petición deberá ser votada en tres lecturas, la última de las cuales exige la mayoría absoluta.