Hacia el pleno del día 27
Batasuna censura que la iniciativa no responda a las raíces del contencioso
Un plan «unilateral», sin ninguna intención «integradora», que comienza y termina en el límite competencial de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, que «desvirtúa» el derecho a decidir, que excluye a Nafarroa y a Ipar Euskal Herria y que, en vez de estar diseñado para afrontar el contencioso político en parámetros democráticos, tiene la función de ser una plataforma electoral del PNV. Así entiende Batasuna la iniciativa de Lakua.
Gari MUJIKA | BAIONA
Batasuna criticó ayer con dureza la desfiguración que, a su juicio, se quiere realizar con la iniciativa de Lakua sobre el derecho a decidir de los vascos, y censuró que la consulta que promueve el lehendakari sea un proyecto predeterminado que «comienza y termina» en los tres territorios, excluyendo a Nafarroa y a los territorios de Ipar Euskal Herria y relegando su potencial para poder encauzar la solución del contencioso político y armado. Además, censuraron que sea un proyecto que responde a los intereses electorales del PNV, para situarse así en la centralidad del escenario político, después de los últimos batacazos electorales que han cosechado.
En la comparecencia que llevaron a cabo Xabier Larralde y Jean Claude Agerre en la sede de Batasuna de Baiona, los representantes de la izquierda independentista hicieron hincapié en que debates como el relativo al proyecto de consulta del tripartito de Lakua se debe situar en el contexto político que vive el país. Una situación que, a su entender, viene marcado por dos características que, a su vez, se traducen en dos opciones para el devenir de Euskal Herria: optar por dar solución al conflicto político de manera democrática, haciendo frente a los nudos del derecho a decidir y la territorialidad que hacen persistir el contencioso o repetir el esquema estatuario que se impuso hace tres décadas de la mano del PNV y del PSOE.
Batasuna entiende, además, que los planes jeltzales como el ««Think Gaur Euskadi 2020» responden y se enmarcan dentro de la segunda opción, como un complemento más del «Plan López», aseguró Larralde. La fuerza independentista realiza esas conclusiones en base al análisis de «los topes» que fijan las propuestas políticas que están encima de la mesa a fecha de hoy. Al respecto, el político labortano defendió que «el único tope» debe ser la libre expresión de la voluntad de los vascos de los siete territorios del país.
Desvirtuar el derecho a decidir
Frontalmente opuesto es, a su parecer, el otro «evidente» tope: la Constitución española y «el marco constitucional que no hace posible la solución».
A tenor de los «topes» que marcan las diferentes propuestas políticas, Larralde se refirió a la iniciativa del lehendakari Ibarretxe para censurar que, de entrada, «no tiene ninguna intención integradora, ya que su formulación ha sido tomada de forma unilateral. No se ha compartido en ningún momento más allá del propio PNV».
Pero también cuenta con otras características censurables desde la prisma independentista: «Es un plan que no está pensado para Euskal Herria, sino que comienza y termina en Euskadi», por lo que no se sitúa en un esquema para todo el país ni en una referencia política para los siete territorios del país. «Es evidente que el norte del PNV excluye a Nafarroa y a Ipar Euskal Herria», censuró Larralde, a la par que denunció que con el ejercicio que plantea Lakua «se desvirtúa el derecho a decidir: siete territorios y para todos los ciudadanos vascos».
Al respecto, el labortano trajo a colación el proceder del PNV durante las conversaciones de Loiola, en las que se alineó junto al PSOE y rechazó concretar la definición del derecho a decidir de los ciudadanos vascos. Las propias declaraciones que el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, realiza al respecto también son otro elemento sintomático al parecer de Batasuna. La fuerza independentista entiende que de las palabras del político de Alonsotegi se extrae la constatación de que la formación jeltzale acepta «el límite» impuesto de la Constitución española, cuando afirma que no dejará de acatar la legalidad española que emana de esa Carta Magna.
«No es admisible»
Y, por consiguiente, recordó cual es la posición que defiende el Gobierno español por boca del presidente José Luis Rodríguez Zapatero: «El derecho a decidir de los vascos no cabe en la Constitución española».
Una vez despejados las posiciones políticas de cada uno y los «límites» que promulga cada fuerza política, Larralde prosiguió la comparecencia afirmando que, por consiguiente, concluyen que la iniciativa del lehendakari Ibarretxe «se debe situar dentro de los parámetros electorales» de los jeltzales. Máxime, teniendo en cuenta la necesidad del PNV de resituarse en el centro del escenario político después de los progresivos batacazos electorales que se han llevado en los últimos comicios.
«Y no nos parece aceptable jugar con la ansia y la exigencia de la sociedad vasca para solucionar el conflicto político a merced de unos intereses electorales. No es admisible», censuró con rotundidad el político abertzale de Lapurdi.
Además, hizo hincapié en que «teniendo en cuenta la importancia del momento político actual, en el que las dos opciones de futuro para el país se encuentran abiertas de par en par, no es tiempo para los partidismos. Menos aún, cuando tenemos la posibilidad de continuar dando pasos y aunar fuerzas en la dirección de ganar el derecho a decidir y, a la vez, de solucionar el conflicto político».
El representante de Batasuna se mostró convencido de que «a pesar de que la represión de los estados es muy, muy dura, realmente existe la opción de ganar el derecho a decidir en los términos correctos»; es por ello que desde la fuerza independentista censuran de forma tajante que iniciativas de ese signo pretendan caminar en una senda contraria para el país.
En la senda de la resolución
Fue en este apartado cuando Larralde trajo a colación la Propuesta para un Marco Democrático de la izquierda abertzale -«que no es una propuesta que responda al proyecto político de Batasuna, sino a la resolución del conflicto político»-, sobre la que insistió que afrontan de manera real, factible y democrática los dos nudos que retroalimentan el contencioso político y armado: el derecho a decidir de los vascos y la territorialidad.
Actuar con responsabilidad política. Eso fue lo que defendió Larralde que se debe hacer en este contexto político y lo que realizará en todo momento la izquierda independentista. «Mientras que algunos prefieren actuar en este escenario político acorde a unos intereses partidistas y con objeto de mantener el poder, nosotros decimos que actuaremos con responsabilidad, con el futuro de Euskal Herria como referente, y acorde a los intereses del país, que es lo que marca nuestra actuación política».
Xabier Larralde afirmó que el debate se debe situar en el contexto actual, en el que aprecia dos opciones para este país: repetir el esquema estatuario de hace 30 años o afrontar el contencioso de manera democrática.
Mientras que Batasuna defiende que el único «tope» debe ser la libre expresión de la voluntad de todos los vascos, entiende que los proyectos que hay en el tablero político lo limitan al de la Constitución española.
«No voy a quemar etapas que todavía no se han desarrollado», afirmó ayer el presidente del GBB del PNV, Joseba Egibar, pero ante el supuesto de que el proyecto de Ley de Consulta que se debatirá el viernes en la Cámara de Gasteiz sea aprobada y, después, truncada por los tribunales españoles, el político de Andoain aseguró que ese impedimento «obligaría a responder desde una posición de equivalencia política». Política, ya que el dirigente jeltzale entiende que no se trataría de una resolución judicial, pese a ser revestido por el Constitucional, si no de «una decisión del Gobierno español».
En una comparecencia con objeto de presentar a la nueva co-portavoz del GBB del PNV, María Eugenia Arrizabalaga, Egibar afirmó que el viernes «todos los parlamentarios nos retrataremos ante la ciudadanía» y subrayó que «la gravedad estaría en quien quiera suspender el acuerdo o la celebración de la consulta». El dirigente jeltzale hizo hincapié en que el del viernes será «un día importante» en el que se afrontará una iniciativa que pretende «desbloquear los problemas de la violencia y de la normalización política» en el país.
En respuesta a las preguntas de los periodistas, el político de Andoain expresó su deseo de que el Gobierno español no haga uso de prerrogativa alguna para suspender la consulta del lehendakari en caso de su aprobación, ya que en caso contrario, a su juicio, «al problema de la necesidad de paz y normalización política estaríamos incorporando un problema estructural muy serio del propio sistema democrático español».
Una característica, la de ser un estado «democrático», que puso en cuarentena al estimar que le resulta «impensable que en nuestro entorno europeo, un gobernante quiera impedir una consulta que se sabe que no es vinculante jurídicamente, pero que sí quiere salir de un bloqueo, abrir puertas y posibilidades para resolver los dos problemas estructurales». «Las consultas refuerzan el sistema democrático», prosiguió.
Sobre el PP y el PSOE, aseguró que «no han presentado recurso de amparo» ante el Constitucional español porque, entre otros aspectos, a su juicio, estarían «entrando en el debate de la consulta». «Vamos a ver y a medir exactamente la calidad democrática de estos dos partidos que al parecer se van a disputar el premio de quién llega primero al Constitucional», añadió.
Preguntado sobre si piensa, como afirmó en esa misma sede el 31 de marzo, que las mociones contra la izquierda abertzale presentadas por los jeltzales y el PSE en distintos ayuntamientos no aportan nada positivo a la situación política, el Egibar se limitó a responder que su pensamiento «no es tan importante, aunque tengo mi opinión», pero que «la gestión de ese tipo de iniciativas se tenía que hacer de otra manera y no a golpe de emplazamiento público». «El PSE en la última fase abrió y ha cerrado el proceso de mociones de censura», concluyó de forma tajante al ser preguntado por las críticas recibidas.
