Israel es el verdadero foco de inestabilidad
Tras escasos cinco días de «calma», Israel volvió a cerrar ayer los accesos a la franja de Gaza, bloqueando el ya de por sí escaso tránsito de mercancías y personas que se había restablecido como consecuencia del acuerdo de alto el fuego entre Hamas y las autoridades israelíes. La excusa fue el lanzamiento de cohetes por parte de la Yihad en respuesta al ataque del Ejercito israelí que causó la muerte de dos ciudadanos palestinos en Cisjordania, uno de ellos un líder de ese movimiento de la resistencia árabe. Todas las organizaciones palestinas coincidieron en señalar que, a pesar de lo insostenible de la postura sionista, todavía no ha llegado el momento de dar por concluido el alto el fuego. Toda una demostración de responsabilidad política y de voluntad negociadora que contrasta, aún más si cabe, con la postura cerril de los dirigentes del Estado judío.
A menudo la agresión contra el «enemigo común» se convierte en la mejor terapia para superar la inestabilidad interna. En un momento en el que la posición de Ehud Olmert al frente del ejecutivo israelí está en cuestión como consecuencia de un caso de corrupción y de su manifiesta incapacidad política, ¿qué mejor que incidir en la estrategia de acoso contra los palestinos, la que mayor unidad concita tanto entre las diferentes fracciones del Estado como, desgraciadamente, entre la mayoría de la sociedad israelí?
La posición de Israel es un foco de inestabilidad para toda la región y un obstáculo para los intentos por encauzar de manera negociada cualquiera de los conflictos generados por esa postura hegemonista en Palestina, Líbano, Siria, Irán... Mientras tanto la comunidad internacional continúa manteniendo una posición nefasta al respecto, con una doble vara de medir que afecta a su credibilidad como mediadora y a su capacidad para ejercer cualquier tipo de autoridad sobre las partes en conflicto. Las crónicas sociales sobre la actividad de Tony Blair en Palestina no hacen más que incrementar esa percepción, de por sí muy negativa.