El Senado francés adoptó ayer una versión del proyecto de reforma de la Constitución gala muy diferente de la votada por los diputados y que, entre otros puntos, eliminó la obligación de convocar una consulta popular de cara a la eventual entrada de Turquía en la UE. Las numerosas modificaciones efectuados por los senadores en el proyecto que había adoptado la Cámara de Diputados el pasado día 3 hacen que sea incierto el destino de esta reforma de la Constitución impulsada por el presidente, Nicolas Sarkozy, y su Gobierno de derechas.