Tenía que pasar. El triunfo futbolístico de los veintitrés de Luis Aragonés se ha convertido en un banderín de enganche para el españolismo posmoderno. El recibimiento en Madrid ha sido una jornada de exaltación patriótica española inabarcable, porque, ojo al dato, se eligió la plaza de Colón, lugar donde se celebran las charadas militares de los desfiles y donde el libertador de Perejil y alquilador de aviones en malas condiciones Federico Trillo mandó colocar una bandera descomunal. Que ahí sigue. Cientos de miles de personas, todas con la bandera de España y con la camisa roja, pero la que tú lavaste ayer, no la otra, la que yo llevo porque me sienta bien a mis ojos, porque me diluye los michelines y porque tiene una simbología que va mucho más allá de este descubrimiento actual. Y que por cierto no me la quito. Porque éstos se quitarán la camisa roja, en cuanto se les acabe el subidón, y seguirán con sus camisas azulonas o pardas, que es lo suyo.

La consigna de la camisa roja se siguió al pie de la letra en TVE. Las mujeres, todas; en cambio los varones, tenían bula. Esto, también, es discriminación, pero claro, llegar a ese programa de supuesta incidencia en la política diaria estatal «59 segundos» y poner como uno de los temas centrales la Copa, fue ya demasiado. No se puede ser más torpe, ni tener más ganas de desprestigiar a un programa que no pasa por sus mejores momentos. Y, claro, fue una apoteosis del patrioterismo barato, del antinacionalismo, la reafirmación de que estamos en un momento de involución manifiestamente evidente. La jugada se completó en esta cadena el día de ayer por la mañana invitando a Iñigo Urkullu luciendo modelitos. Iba con camisa negra, negra como su suerte. O mejor dicho, negra como sus intenciones. Esto es como los toros, es mejor enfrentarse a un toro bravo que a uno manso. El bravo va por derecho; el manso, por detrás. Y con camisa negra, negra como su txapela a rosca.

Por cierto, Sergio Ramos lució una bandera de Andalucía, ¿se imaginan el pollo que se hubiera formado si Xabi Alonso llevara la ikurriña o Puyol la senyera? Pues eso, que la camisa roja la lleva Hugo Chávez. Y yo no me la quito.