«1978 debió ser el punto final del uso de los sanfermines para la polémica partidista»
Uxue Barkos es sin duda la persona más entrevistada estos días en Iruñea. La concejala de Nafarroa Bai lanzará el domingo el chupinazo que pondrá en danza a toda la ciudad con la envidia «sana o insana» de sus amigos , y subraya que el «gusanillo» ya le baila por el estómago hace días. Antes, mañana mismo, el Pleno del Ayuntamiento debatirá el veto a 400 actividades sanfermineras de Gora Iruñea!
Ramón SOLA |
Un año en el Ayuntamiento, y chupinazo. Los compañeros de grupo le envidiarán...
¡Vilmente! No lo oculto. Debo agradecerles que fue por unanimidad... pero también con una unánime amenaza de que mire por mi integridad física hasta el día 6. Para cualquier pamplonés es algo irrepetible. Lo voy a hacer con mucha pasión.
Ya ha dicho que no piensa innovar el mensaje, pero ¿qué diría si pudiera saltarse el protocolo?
En el grito actual ya está todo integrado: las dos lenguas de la ciudad, la cuestión del género... Y para quienes no tenemos una creencia religiosa estricta, los vivas a San Fermín son sólo gritos a las fiestas. No hace falta.
¿Cómo ha vivido Uxue Barkos otros chupinazos? ¿Ha sido de sumergirse en la Plaza?
No lo he hecho nunca. Tenía la gran suerte de que unos amigos de la cuadilla tenían un pequeño piso en la calle Nueva, casi en la Plaza del Ayuntamiento. ¡Era una gozada total! La primera vez que entré en el Consistorio fue cuando Xabier Eskubi [de Aralar] lanzó el cohete, y ya el año pasado como concejala.
El año pasado se estrenó en la procesión. ¿Cómo se ve la ciudad desde ese escaparate tan expuesto a la crítica?
Y es crítica acerada, además. Yo viví muchos más momentos gratos que ingratos. La crítica, además, me parece grata. También hubo algún momento de exabrupto, como supongo que nos toca a todos los concejales. Pero la crítica me gusta, entre otras cosas porque te enseña que algunas cosas que haces no se acaban de entender bien.
Habrá pensado: ¡qué alivio que ya no hay Riau-riau! ¿O no?
Supongo que tenía que ser un momento duro, pero no tanto para los concejales sino para La Pamplonesa. Tenemos que empezar a andar el camino desandado para recuperarlo.
¿Qué es lo que hace tan especiales a los sanfermines? Porque fiestas hay en todos los sitios...
Su dimensión, el encierro y, sobre todo, esa capacidad de los sanfermines de saltarse el reloj a cualquier hora del día porque la calle te sigue enganchando.
Parece que en vísperas siempre tiene que haber alguna polémica latente. Este año, la principal es el veto a Gora Iruñea!
En el pleno de mañana lo vamos a intentar. Todos los grupos de la oposición coincidimos en que es un crasísimo error. Hablar de las peñas como si fueran una sociedad privada es algo inaceptable e inadmisible.
¿Tan difícil es aceptar que haya unas fiestas para todos y que el día 6 llegue sin tensiones?
Por lo visto, a algunos sí se les hace difícil. Lamentablemente, este año cumplimos el 30 aniversario de lo que debía haber sido el punto final del uso de los sanfermines como escenario en que azuzar la polémica partidaria. Hablo de polémica partidaria y no de polémica política, porque a mí la política me parece magnífica incluso en fiestas.
¿Qué sintió al ver los coches de Fórmula 1 en Estafeta?
Como no los vi... Sólo las fotos. Nafarroa Bai lo criticó de forma muy dura en el pleno. Para empezar, no creemos que el patrocinio de la F-1 tenga que ver con la cultura y las necesidades de ocio de esta ciudad; nos parece una «cencerrada». Y, por otro lado, utilizar activos de Pamplona como el Casco Antiguo y el encierro como escenario publicitario para cualquier marca, y ésta no nos parece la más edificante, es acabar con esos activos tradicionales. Es una jugada absolutamente equivocada, y que además no ha supuesto un ingreso.
¿Cómo imagina los sanfermines del futuro?
Hay retos importantes. La masificación del encierro no tiene fácil solución. Sí es de responsabilidad municipal que se hayan ido restringiendo mucho fórmulas de participación ciudadana muy festivas. En Nafarroa Bai no damos por perdidas las barracas políticas, y hay hosteleros que lo están notando ya porque hay gente joven que se ha ido al quitársele uno de los espacios festivos. Entonces se trató con bastante poca responsabilidad que las barracas no fueran escenario de problemas; hubo problemas partidarios, pero eran mínimos y se utilizaron para cargárselas. Hay muchas razones para pensar que esta ciudad necesita un cambio.
¿Cuáles son los mejores sanfermines: los de los 15, los de los 25, los de los 40...?
Los de los 15 son bestiales, una explosión. Pero sanfermines es una fiesta que se adapta mucho. A los 25 años te da el cuerpo y te empieza a dar el bolsillo. Los de los 40 están condicionados por la familia y porque ya no puedes dormir sólo una hora. Pero una de las cosas más hermosas para mí fue cuando mi hijo vio el segundo año a Caravinagre.
«Es una fiesta que se adapta mucho. Los de los 15 años son unos sanfermines bestiales, una explosión. A los 25, te da el cuerpo y te empieza a dar el bolsillo. Pero cuando mi hijo vio a Caravinagre...»