Al tiempo que el Gobierno español y el Consejo de Estado se coordinaban para dar el primer paso en el camino de prohibir la Consulta convocada por el Parlamento de Gasteiz, la ponencia marco del XXXVII Congreso del PSOE, que comienza hoy en Madrid, recoge que iniciativas del Ejecutivo de Zapatero han conseguido resolver las tensiones territoriales que se exacerbaron durante los mandatos de José María Aznar.

En el texto se señala que el PSOE volvió a la Moncloa «en un momento en que los gobiernos de la derecha habían provocado fuertes tensiones territoriales», que en cada lugar se expresaba de manera diferente. En Andalucía, «la respuesta a la discriminación territorial de los gobiernos del PP fue un mayor apoyo al PSOE en las elecciones generales». En otros lugares, la reacción social fue «incrementar su apoyo a opciones políticas de carácter soberanista e independentista. Unas opciones cuya oferta siempre ha estado presente en democracia, pero que pocas veces han tenido tanta demanda como bajo los gobiernos del PP».

Una de las primeras preocupaciones del PSOE desde el inicio de su Gobierno fue, según se recoge en la ponencia, «resolver tensiones y crear cauces para la integración de las diversas fuerzas sociales y políticas territoriales en un proyecto de común de convivencia».

Y, a su entender, el debate anual sobre el Estado Autonómico en el Senado, la Conferencia de Presidentes Autonómicos y el desarrollo de una nueva generación de estatutos de autonomía forman parte de las soluciones del gobierno socialista a las tensiones territoriales».

Considera el PSOE que su estrategia de hacer que «disminuyan los apoyos» a las ideas que no les gustan, es más eficaz que la practicada por el PP de intentar que esas ideas «desaparezcan». Y concluyen que«la mejor expresión del éxito de la política socialista de cohesión e integración territorial ha sido el buen resultado electoral del PSOE en Cataluña y el País Vasco y la importante disminución de los apoyos electorales a los grupos políticos con posiciones más radicales, sean centrípetas o centrífugas».

La ponencia recoge la idea del PSOE de que «en democracia no es misión del gobierno poner límites a las demandas de las demás fuerzas políticas, sino a las concesiones que como gobierno está dispuesto a hacer». Algo así como una versión teorizada del dicho «pedir es libre y no dar también».

España, única en su diversidad

Hasta la fecha, el PSOE había defendido en diferentes documentos que el reconocimiento de la diversidad era compatible, y reforzaba incluso, «el principio incuestionable de la unidad de España». También ahora recoge que «España es única en su diversidad». Y da un paso más, al afirmar que «los territorios que componen nuestro país son también diversos en su interior, la diversidad no se queda en los límites de las comunidades autónomas».

La ponencia no profundiza todavía en este concepto, pero ahí queda recogido -si no se enmienda- para su uso en futuras teorizaciones del PSOE.