Después de «celebrar» durante 29 años un ritual a mi entender bastante absurdo, he decidido trasladar a esta tribuna una simple reflexión, que no por sencilla deja de ser importante, confesándoos que desearía que ésta se expandiera cual reguero de pólvora y, es más, conociéndoos, lo hará...

Dicen los sabios que lo importante no es cumplir años, sino madurar, y estoy de acuerdo con ellos, pues hace tiempo que no pienso en «mis» felicitaciones y regalos, sólo puedo acordarme de mi ama, y que ese egoístamente llamado «mi día» también fue su día. Ella hizo posible lo más bonito que conozco; entre la alegría, cierto temor y la esperanza me trajo al mundo, a este mundo.

Eskerrik asko, ama... mi día es tu día... o es más... es nuestro día.

Pero no todos tenemos la posibilidad de celebrar físicamente este primigenio ritual con nuestras madres, por muchos y diferentes motivos, pero todo llegará.

Maite, laztana, aurten zure ama besarkatu dut zure partez, eta urtero ere ez naiz ahaztuko, zorionak bioi, Maite ama eta Maite alabatxoari, zorionak ere amak urrun dituzuenei!

Maite zaituztegu!