La plataforma de familiares de usuarios de la residencia Reina de la Paz, propiedad de BBK, convocó ayer una concentración para mostrar públicamente su «indignación» y rechazo ante el anuncio de cierre de este servicio ubicado en el barrio de Ibarrekolanda, al tiempo que anunciaron la convocatoria de una manifestación que trasladará la protesta ante las sedes de la entidad de ahorro y la Diputación de Bizkaia en la Gran Vía.

Tal y como señaló GARA el pasado lunes, los usuarios y familiares conocían la decisión de cierre inmediato por los medios de comunicación desde los pasados 19 y 20 de junio, pero no fue hasta el día 23 cuando se les informó de manera individual.

Una reciente reunión con un responsable de BBK ha servido además para conocer que en el caso de los dependientes, no será hasta el próximo setiembre cuando se les vaya comunicando sus nuevos destinos, mientras que por lo que respecta a los demás, los traslados serán «inminentes».

Postura inamovible

Quienes asistieron a la reunión en representación de los familiares y afectados han mostrado su malestar con el hecho de que la postura de BBK sea inamovible; así se lo ha trasladado quien se ha reunido con ellos. Precisamente, de este planteamiento surge la iniciativa de movilizarse, decisión que ha recibido el apoyo de otras asociaciones vecinales de Bilbo.

Las razones que impulsarían esta decisión de cierre de la residencia, que tendrían que ver, tal y como se ha expuesto, con la necesidad de adaptarse a la normativa del Ejecutivo de Lakua de servicios sociales residenciales, afectaría asimismo a la residencia que BBK gestiona también en Areatza. Precisamente, familiares de los usuarios de la residencia Bolibar se han reunido esta misma semana y han expresado que el anuncio ha producido «una gran conmoción e indignación», tanto entre los los familiares de los residentes y entre los trabajadores, como entre vecinos de esta pequeña localidad arratiana.

Los familiares han mostrado su «agradecimiento», tanto a BBK, como a las monjas y demás trabajadores por el servicio prestado en esta residencia inaugurada en 1926, para añadir, al mismo tiempo, su «enfado e indignación por las formas que la entidad de ahorro está manteniendo en este proceso. Creemos que una entidad c omo BBK debe tener más sensibilidad y respeto a la hora de tratar a los residentes y a sus familiares». Creen que BBK ha actuado «con nocturnidad y alevosía».