La localidad de Brest, ciudad desde la que mañana saldrá el Tour, demostró ayer el gran seguimiento que la prueba y el ciclismo despiertan en Bretaña. La plaza del Ayuntamiento se abarrotó de aficionados para presenciar la presentación oficial de la prueba en una jornada en la que no hubo noticias, algo bueno en las horas previas a la carrera marcadas por los controles médicos sanguíneos.

Y es que el Tour y el ciclismo necesitan que las únicas noticias lleguen desde la carretera después de toda la convulsión que rodeó la pasada edición con la retirada de Astana y Cofidis por positivos y el affaire Rasmussen. Por eso, el aspecto más destacado de la jornada de ayer estaba en el contenido de la charla que la organización de la prueba mantuvo con los corredores una hora antes del inicio de la presentación oficial.

En ella Christian Prudhomme trasmitió a los corredores el mensaje tradicional de todos los años, con la petición habitual de dar una buena imagen. Sin hacer especial hincapié en el dopaje y en lo sucedido el año pasado, sí trasmitió a los corredores que intenten comunicar que forman parte de un nuevo ciclismo que ha aprendido de los errores cometidos en el pasado.

Cinco horas de actividades

Quizás el aspecto más reseñable fue lo único que no pudieron presenciar los millares de bretones que demostraron el seguimiento que este deporte tiene en la tierra de Bernard Hinault en las más de cinco horas de actos que rodearon la presentación del Tour, que se adelantó un día con respecto a lo que ha sido habitual en otras ediciones.

A las 14.30 comenzaron a proyectarse videos en las tres pantalla gigantes instaladas, a las 16.50 empezó el desfile de la caravana publicitaria y a las 17.50 arrancó la presentación en sí con los discursos del alcalde de Brest, del presidente de Bretaña y del director del Tour, Christian Prudhomme. Seguidamente desfilaron por el escenario y por las calles de Brest cercanas al Ayuntamiento los veinte equipos participantes, cuya presentación estuvo intercalada con la actuación de un grupo de música bretona y de diversas proyecciones de videos.

El aspecto más destacado de la presentación de los equipos llegó con los nuevos maillots del CSC, High Road y Slipstream. En el del equipo danés, cuyo primer sponsor deja su patrocinio a final de temporada, aparece la firma Saxo Bank, que se estrena en el Tour y será el que lleve el peso del conjunto de Riis en las tres próximas temporadas.

Además los dos equipos que no tenían un primer sponsor, High Road y Slipstream, presentarán en el Tour unos maillots diferentes, ambos con el azul como color predominante, en el que aparecen los nombres de Team Columbia y del Garmin-Chipotle. Además Saunier vestirá de blanco para que su amarillo no coincida con el del líder.

La presentación resultó bonita, sin la trascendencia y el gentío que siguió la última de Londres, algo lógico si se tiene en cuenta que Brest es una ciudad con mucha menor población, aunque mayor tradición ciclista.

Último día de tranquilidad

Una ciudad que desde el miércoles acoge a la caravana y al pelotón del Tour. Ese fue el día del aterrizaje de los ciclistas, ayer el de los controles y la presentación y hoy será el último de tranquilidad antes del comienzo mañana de la prueba con una etapa en línea y no una prólogo.

Hoy la actividad de los equipos se limitará al último entrenamiento matinal antes de la carrera y a las ruedas de prensa que algunos equipos darán en el Palacio de Congresos de Brest. Al Euskaltel Euskadi le tocará madrugar a las nueve de la mañana con Samuel Sánchez como protagonista. Después será el turno del Columbia, el Caisse d'Epargne, CSC-Saxo Bank, Rabobank, Quick-Step, AG2R y Credit Agricole. Que el vasco haya sido elegido por la organización del Tour como uno de los seis equipos no franceses que deben atender a los medios oficialmente demuestra la importancia que se ofrece a un conjunto que presenta a dos líderes que acabaron en el Top-10 de la pasada edición y a uno que pisó el podio de la Vuelta. ¡Que no sea la última rueda de prensa oficial!