Al menos una veintena de personas murieron en un bombardeo de la aviación de la coalición ocupante contra el lugar en el que se estaba celebrando una boda en la provincia de Nangarhar, en el este de Afganistán, según la televisión británica BBC. Los residentes de la zona aseguraron que la mayoría de los fallecidos eran mujeres y niños. Sin embargo, el Ejército de Estados Unidos lo negó y aseguró que los fallecidos eran «milicianos que participaron en ataques con mortero contra una base de la OTAN».

El ataque ocurrió dos días después de otro bombardeo desde un helicóptero de la coalición en el que murieron quince civiles en la cercana provincia de Nuristán. El presidente afgano, Hamid Karzai, anunció ayer que ha ordenado investigar el incidente, mientras el Ejército estadounidense mantuvo la misma versión de que sólo murieron milicianos talibán, y que el ataque con helicópteros respondió a una ofensiva talibán y que destruyó «dos vehículos, matando a más de dos decenas de milicianos». Pero el gobernador de Nuristán dijo que 15 civiles murieron y siete resultaron heridos en el ataque en el distrito de Waigal y que ninguna de las víctimas era miliciano.

Cerca de 700 civiles afganos han muerto durante los primeros seis meses de este año, 255 de ellos a manos de las fuerzas ocupantes y del Gobierno afgano, y el resto en ataques de milicianos talibán.