Raimundo Fitero
Reconversión
Entre unas cosas y otras, las parrillas de las cadenas generalistas se van depauperando. La crisis económica está provocando unos movimientos en las empresas de comunicación que, en la mayoría de los casos no se trata de reconversiones estratégicas, sino simplemente un corte de gastos, por si acaso así con los ingresos se supera el bache o se impide la caída en el abismo. Una de las situaciones financieras más difíciles la está sufriendo el imperio de Polanco que parece estar en unos márgenes de endeudamiento que rozan lo insoportable.
De TVE se van despidiendo de manera escalonada profesionales que han marcado una época, que han sido un referente, y los próximos que están al caer en la prejubilación son Cristina García-Ramos, que después de una espléndida carrera periodística, ha dedicado sus últimos quinquenios a hacer «Corazón, corazón», la versión con mala conciencia del nefasto género sobre los asuntos privados de los famosos. También se despide Juan Antonio Maldonado, el hombre del tiempo por excelencia. Es obvio que estas dos bajas no son fundamentales, que sus sustitutas están ya ejerciendo, que no se va a notar porque la maquinaria sigue, aunque si miramos un poco más profundamente vemos cómo es cierto el deterioro en la cadena estatal, aunque se venda todo lo contrario.
Lo de Cuatro como última morada de «Los muñecos del Guiñol» es sintomático, porque de ser uno de los platos fuertes de Canal plus, se fueron difuminando en la noche de «Eva Hache», y ahora, definitivamente, dejan de existir, al menos en esta cadena, y, por lo que se sobreentiende, la decisión es económica, pero, de paso, se quitan de encima un espacio de humor político que lograba una penetración en los asuntos de manera muy eficaz. Parece difícil que ninguna cadena los acoja. Al menos, no es lo que se lleva. Las críticas deben ser pocas, superficiales y unidireccionales, según el consejo de administración. Es indudable que ha sido una agonía larga, pero perdemos todos con su desaparición. A no ser que La Sexta, la única cadena que parece pensar en el futuro, se decida a incorporarlos para tener la mejor programación de humor y sátira política de todas las cadenas.