Iñaki Lekuona Periodista
El país de las maravillas
Hace unos cuantos años, estando de juerga en un pueblo de Gipuzkoa, un amigo de la cuadrilla se topó con un conocido al que las urnas le concedieron un sillón de concejal. No tenía porqué justificarse, pero lo hizo sonriente con una frase tal que así: «Me he metido en política porque no me gusta trabajar». Huelga precisar a qué partido pertenece y cuál ha sido su recorrido desde entonces, porque quizá aquella afirmación no fue más que una torpe sandez juvenil que quizá no sintiera realmente. Y todos tenemos derecho a poder rectificar.
El hecho es que aquel episodio me ha venido a la cabeza tras escuchar al flamante presidente de Petronor. «Hay muchas formas de hacer país y, ésta es, sin duda, una de ellas». El ex presidente del EBB es uno de los ejemplos de la realpolitik de finales del XX y principios del XXI, a saber, que si uno quiere hacer carrera financiera no tiene mejor universidad del negocio que la política. Los ejemplos son muchos y el espacio en prensa demasiado precioso como para comenzar a elaborar una lista exhaustiva de aquellos que han hecho el salto de las páginas de política a las de economía.
No es algo nuevo. De hecho, hoy día la política va de la mano de las finanzas en un maridaje que ya no provoca sonrojo alguno. Pero lo que ya es insultante es la frase de Josu Jon Imaz, hacer país. ¿Qué país? Supongamos que, visto su carné de partido, se refiera al nuestro. ¿Acaso quiere hacernos creer que Petronor, controlada totalmente por Repsol, es una empresa del país? Será, por tanto, que se refiere al otro país, a aquel que queda por debajo del Ebro. Pero tampoco, porque ¿en qué consejo de administración de Repsol se habla de hacer país?
Ergo, el país del que nos habla Josu Jon no es de este mundo, del que tiene que pagar créditos hipotecarios, ni guarderías, ni facturas de la luz, ni depósitos del coche, ni pan, ni pollo, ni verduras. El país del que nos habla Josu Jon es el otro, el de las finanzas, el del G8 que se reúne en Japón, el de las multinacionales, el del capital, el del negocio. Porque ¿qué país va a hacer el señor Imaz al frente de Petronor y al servicio de Repsol? Por mí que se infle a ganar dinero y a comer perdices en salsa de petróleo, pero que no me la cuente, que ya no tengo edad para andar escuchando esas chorradas. Menos aún cuentos del país de las maravillas.