El PSE vio quebrados hace pocas semanas sus deseos de arrebatar varias alcaldías otorgadas por la voluntad popular a ANV. Sin embargo, la formación de Patxi López ha emprendido un nuevo camino contra el independentismo aprovechando la puerta abierta por Baltasar Garzón. Después de haber suspendido el grupo ekintzale de Barakaldo, el PSE, esta vez con voz y firma de José Antonio Santano, ha demostrado que está al nivel de Yolanda Barcina y compañía.

El alcalde de Irun contó en el pleno de ayer con el apoyo del PP para disolver y retirar la asignación económica que recibía hasta ahora el grupo ekintzale.

A efectos prácticos esta decisión conlleva que los tres ediles ekintzales se conviertan en concejales no adscritos, de modo que se les retirará la asignación que percibía este grupo. Estas cantidades, según informó el Ayuntamiento, «serán depositadas mensualmente en una cuenta judicial».

Asimismo, a partir de ahora el grupo municipal de la izquierda abertzale dejará de tener una secretaría y no podrán votar en las comisiones municipales.

El PNV se abstuvo en la votación, pero antes solicitó un plazo de diez días para explorar otra manera de dar solución a esta situación. Periodo que Santano no les concedió.

EB, por su parte, se ausentó de la votación y consideró que se está dando «una instrumentalización política» de decisiones judiciales con el único objetivo de intentar involucrar a otros grupos municipales «en intereses políticos ajenos a los hechos que pudieran considerarse estrictamente delictivos».

Desde la izquierda abertzale se ha criticado con contundencia la actitud del alcalde, José Antonio Santano, afirmando que ésta ha sido su «última cacicada». Minutos después de ser suspendidos, los tres concejales independentistas, arropados por decenas de irundarras, comparecieron ante la prensa para denunciar este hecho. El edil Peio Gascón observó un «claro impulso político» en esta actuación y la enmarcó dentro de la «estrategia de guerra» iniciada por el PSOE.

Pese a que sus promotores presentan este tipo de medidas como medidas de fuerza, para la izquierda abertzale irundarra, esta nueva andadura del PSE no es más que la «prueba palpable del fracaso y la debilidad política» que sufre la formación.

Gascón denunció también la forma en la que sea producido esta operación, al entender que Santano ha actuado de «manera unilateral» al respecto. Recordó las peticiones realizadas desde la formación abertzale para que, en primer lugar, el Consistorio irundarra retrasara la toma de decisión hasta que el Tribunal Supremo español dictara sentencia en torno a la ilegalización de este partido. Y en caso de no esperar a este fallo, propusieron la creación de un grupo mixto; que tampoco fue tomado en cuenta por parte del primer edil. «Han hecho caso omiso a nuestras demandas, como se lo han hecho hoy -por ayer- al PNV», reiteró. El edil abertzale afirmó que mantendrán todos sus compromisos, «por encima de cualquier ataque», y aseguró que seguirán trabajando por un «nuevo Irun».

En este sentido, este sábado una manifestación recorrerá Irun a partir de las 19.00, desde la plaza San Juan, para reclamar a Santano que respete la voluntad popular.