Los representantes vecinales que participaron en la reunión extraordinaria celebrada ayer por la Comisión de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Gasteiz manifestaron a los ediles de PNV, EA y EB que están «defraudados por la nula defensa que hacen de los derechos de los ciudadanos» en materia de asuntos sociales. Tampoco el PSE salió bien parado en su valoración.

Representantes de Zazpigarren Alaba y Errekatxiki intervinieron en representación de nueve asociaciones vecinales y los colectivos Elkartzen y Bilgune Feminista, una vez escuchadas las intervenciones de los concejales de esta Comisión en relación con el cierre del servicio de Pediatría del hospital de Santiago, el conflicto de la residencia geriátrica de Ariznabarra y el cierre de la Clínica Alava.

«Una cosa es que justifiquen planteamientos que realizan sus propios partidos a otros niveles, pero nos parece vergonzoso que se lleven a andanas en asuntos tan cercanos y concretos que afectan a los ciudadanos, a los vecinos de Gasteiz, pese a que deberían mantener planteamientos cercanos a los ciudadanos», añadieron los representantes vecinales.

Con carácter previo, durante su primera intervención -posteriormente aprovecharon su turno de réplica- los representantes vecinales protestaron porque no se les permitiera intervenir a los cinco representantes de los comités de empresa de Ariznabarra, la Clínica Alava y el Hospital de Santiago que comparecieron junto a ellos. Las asociaciones de vecinos censuraron, asimismo, el escaso margen que han tenido -el pasado viernes les confirmaron la celebración de la citada comisión- con que han contado para preparar la intervención.

«Centralizar no mejora»

En relación con el cierre del servicio de Pediatría en Santiago, los vecinos defendieron la necesidad del mantenimiento de este servicio y se preguntaron si la decisión no tiene que ver con las inversiones y la reorganización previstas para este centro hospitalario. Ante la tesis del PSE, en el sentido de que la centralización garantiza «un mejor servicio», los vecinos contestaron que «no se lo creen ni ellos, y menos en el ámbito de la infancia o en los mayores».

En cuanto a la Clínica Alava, centro privado pero financiado por la Diputación, criticaron que los residentes, personas mayores, hayan sido «dispersados en diferentes pueblos en un periodo corto de tiempo». Frente a la explicación oficial de que era necesario por falta de espacios y para acometer la readecuación del centro establecida por ley, los portavoces vecinales censuraron que no se hayan construido o mejorado centros en diez años, «mientras han seguido proliferando residencias privadas».

En cuanto a Ariznabarra, asunto en el que el representante del PNV cometió un desliz al afirmar que el consejero Gabriel Inclán había comparecido en el Parlamento en relación a este conflicto, los vecinos denunciaron «la precarización en un centro en el que se trabaja con personas mayores y en el que los trabajadores tienen salarios de 600 euros». Los representantes del tripartitio, en su turno, elogiaron sin embargo el proceder de la Diputación.

Las asociaciones de vecinos han solicitado una entrevista con la dirección comarcal de Osakidetza para abordar todos estos asuntos.