El Parlamento Europeo acepta flexibilizar las ayudas a la pesca
La Eurocámara ha aceptado flexibilizar las ayudas al sector pesquero para que pueda hacer frente a la escalada del precio de los carburantes, que están poniendo en cuestión el futuro de las flotas europeas. Según el acuerdo, los estados miembros podrán otorgar ayudas a los arrantzales para dejar la producción. Un informe de la UE confirma que las flotas gastaron en 2006 un total de 1.000 millones de euros en combustible, que hoy en día está un 30% más caro.
Juanjo BASTERRA |
La fuerte repercusión del aumento de los precios del combustible en el sector de la pesca ha obligado al Parlamento Europeo a aprobar de forma urgente «más ayudas» a los arrantzales. El pleno de la Eurocámara dio ayer luz verde a las propuestas de la Comisión Europea de flexibilizar el acceso a las ayudas incluidas en el Fondo Europeo de Pesca. Esa medida se aplicará durante un periodo de dos años y se complementará con otras acciones, como pueden ser las ayudas a la reestructuración de flotas y a la paralización temporal de la actividad pesquera.
La Comisión contempla modificar el régimen de ayudas de Estado («ayudas de minimis») para ayudar al sector, aunque antes realizará un estudio de impacto económico. En este sentido, Bruselas aumentará hasta los 100.000 euros la ayuda de Estado de la que podría beneficiarse cada empresa, en lugar de los 30.000 actuales. También baraja que cada embarcación pueda beneficiarse de un máximo de 30.000 euros hasta un tope de 100.000 euros por empresa.
En conjunto, el Parlamento Europeo ha pedido a la Comisión Europea que aporte 600 millones de euros para «facilitar la adaptación del sector pesquero a los altos precios de los carburantes, hasta el 31 de diciembre de 2010».
El sector pesquero en la UE es «un componente esencial de la vida económica de numerosas regiones costeras» y, por lo tanto, señala que se debe preservar ese modo de vida. Según los datos oficiales, los productos de la pesca dan trabajo a 407.000 personas, de las cuáles 187.000 están empleadas en el sector extractivo y 18.000 en actividades auxiliares. El informe europeo, que ha sido la base del acuerdo en el Parlamento de Estrasburgo, reconoce que «desde hace tiempo el sector pesquero de la UE está inmerso en un círculo vicioso de escasa rentabilidad económica y de sobreexplotración de las poblaciones, debido a un exceso de capacidad significativo».
De ahí que se entienda estas nuevas medidas de apoyo con fondos económicos para que los estados den ayudas de emergencia financiando el cese temporal de la actividad con hasta un máximo de tres meses, una paralización que tiene que empezar antes del 30 de noviembre de este año. Otra medida establece aumentar el número de profesionales que se benefician de las ayudas socioeconómicas, ya que hasta la fecha sólo las ayudas se aplicaban a las prejubilaciones para los arrantzales,m pero en este momento se hará extensiva a todos los trabajadores del sector. También se pide a los estados de la UE que actúen para incrementar el valor del pescado con iniciativas que mejoren la calidad de los productos, a la vez de que se informe a los consumidores sobre la salud y la pesca responsable.
La UE considera que en 2006, que son los últimos cerrados, las flotas pesqueras de la UE gastaron en combustible alrededor de 1.000 millones, es decir entre el 15% y el 20% de los desembarcos, con precios entre 0,45 y 0,55 céntimos de euro por litro. «Hoy en día el coste de los combustibles han aumentado un 30% y los precios de los desembarcos siguen igual, van a la baja, lo mismo que las capturas de pescado», precisa.
La Agencia Internacional de Energía (AIE) revisó ligeramente al alza su previsión de demanda global de petróleo en 2008, ya que espera un aumento del 1,1% en 2009, debido sobre todo a los países emergentes.
En su informe mensual divulgado ayer, la AIE elevó en 80.000 barriles diarios su previsión de la demanda mundial de productos petroleros este año, hasta los 86,9 millones de barriles, porque «el sólido crecimiento en los países en desarrollo compensará la contracción en los Estados ricos». Es la primera vez en varios meses que la agencia, que representa a los principales países consumidores, revisa al alza sus proyecciones de demanda. La AIE rebajó, sin embargo, en unos 50.000 barriles la demanda prevista de los países industrializados de la OCDE, mientras que elevó en 130.000 barriles la de los países que no forman parte de los 30 países más industrializados del mundo.
Esta revisión ajusta al alza la demanda de Oriente Medio, por una demanda mayor de la prevista de carburantes en Irán y Arabia Saudí, y, en menor grado, en China. Para 2009, la AIE prevé que la demanda global alcance los 87,7 millones de barriles diarios, un incremento anual similar al de 2008. La demanda de los países de la OCDE rondará el año próximo los 48 millones, lo que supondrá una bajada del 1,2% sobre este año, al hacer mella la escalada de los precios del crudo, indica el informe. Estados Unidos tendrá una caída de 380.000 barriles por la «debilidad» de la economía de Estados Unidos. y los altos precios del petróleo y en Europa se espera que se reduzca la demanda en 100.000 barriles.
