Camilla Läckberg es toda una celebridad en su Suecia natal. Allí es conocida como la «reina de la novela negra», y no podía ser de otra manera. Ayer, durante la presentación en Donostia de su último trabajo, «Los gritos del pasado» (Editorial Maeva), la escritora multiventas reconoció que no le interesan otros géneros. Escribió su primera «novela negra» con tan sólo cuatro años: no sabía escribir, así que hizo los dibujos y consiguió que su padre hiciera el resto. Ya entonces apuntaba maneras; el libro era de cinco páginas y trataba sobre Papá y Mamá Noel. «En la última página, Papá Noel mataba a Mamá Noel», explicó ayer. Läckberg navega en la novela negra con una naturalidad sorprendente, lo que le ha llevado a vender miles de ejemplares en Europa. Su anterior novela,«La princesa de hielo», además, fue un gran éxito de ventas, llegando a vender sólo en el Estado español un total de 90.000 ejemplares. Ahora, la escritora, que sigue la estela del también sueco Henning Mankell, espera conseguir el mismo éxito con la segunda parte, «Los gritos del pasado».

En esta nueva novela continúa con el camino emprendido hace ya cuatro relatos. Todos estos trabajos cuentan con los mismos protagonistas, Erika Falk y Patrik Hedström, y están ambientadas además en su pueblo natal, Fjällbacka, de tan sólo 1.000 habitantes. En este sentido la escritora sueca explicó que «con el transcurso de los años se han convertido en algo más que en meros personajes, ahora son amigos y personas reales para mí». «Es un placer poder llevarlos a otros países, como por ejemplo aquí», añadió.

En cuanto al pequeño pueblo de la costa oeste de Suecia de donde saca el resto de personajes de sus escritos, Läckberg dijo que «es un poco peliagudo escribir sobre Fajällbacka, tengo que tener cuidado si estoy describiendo a alguien que es una persona real. Por ejemplo, cuando estaba escribiendo el manuscrito del cuarto libro de la serie, mi madre, que tiene un buen amigo que conduce el camión de la basura en el pueblo, me llamó para decirme que éste le había comentado que esperaba que no le pusiera un cadáver en el camión de la basura. Algo que me pareció estupendo y, por supuesto, puse un cadáver en el camión de la basura», aclaró entre risas. Y es que Läckberg indaga en el potencial asesino que se esconde dentro del ser humano, algo que su país no es tan extraño: «Quizá influya la falta de luz que vivimos en mi país. Sí que somos un poco depresivos, de hecho hay muchísimos escritores de novela negra en Suecia, aunque, en general, nos gusta mucho escribir».

Según señaló en la presentación, además, en Suecia las escritoras de novela negra tienen más éxito que los hombres. Pero ¿por qué? «Porque los hombres escriben sobre lo que ellos quisieran ser, por eso son héroes solitarios, duros, valientes... Mientras que las escritoras escribimos sobre quiénes somos y sobre nuestra vida cotidiana, teniendo una sensibilidad especial para describir los detalles», aclaró.

Otro asesinato

En cuanto a «Los gritos del pasado», Läckberg adelantó que una vez más son Erika Falk y su compañero, el detective Patrik Hedström, los protagonistas. Erika está embarazada de de ocho meses y están en Fjällbacka, disfrutando de unas merecidas vacaciones. Pero, a pesar de que lo que menos le conviene a Erika es otro asesinato, un niño descubre casualmente el cadáver de una joven turista. Lo más extraño, sin embargo, es que junto a este cadáver aparecen los restos de dos mujeres desaparecidas años atrás. Las autopsias demuestran que las tres víctimas murieron estranguladas y que además fueron torturadas. Resulta que los crímenes están relacionados con el fanatismo religioso. «Hablo sobre cómo algo, en principio, tan bueno como la religión se puede convertir en algo tan malo», explicó.

Una vez más la «reina» de la novela negra escandinava invita al lector a sumergirse en un mundo de intriga y suspense que le dejará sin aliento hasta el último momento.