EEUU e Israel elevan al unísono el tono de sus amenazas a Teherán
EEUU anunció un incremento de su presencia militar en el Golfo Pérsico y recordó que los intereses de Israel son los de Washington. Irán siguió anunciando ayer -exageradamente, según analistas occidentales- lanzamientos de misiles. Cerrando la pinza sobre Teherán, Israel sacó músculo como «el país más poderoso» de Oriente Medio y recordó que ha demostrado en el pasado su determinación para actuar «en defensa de sus intereses vitales de seguridad».
GARA |
La secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, lanzó una dura advertencia a Irán justificando su creciente presencia en el Golfo Pérsico y señalando que Washington considera casus belli la puesta en cuestión de los intereses de Israel.
«Nosotros defenderemos los intereses americanos y los intereses de nuestros aliados. Tomamos muy en serio nuestras obligaciones de defender a nuestros aliados y tenemos intención de hacerlo», respondió la jefa de la diplomacia estadounidense a preguntas de un periodista en Tbilissi, capital de Georgia, sobre el reciente repunte de la crisis en torno a la presión contra el programa nuclear iraní.
«En la región del Golfo, EEUU ha reforzado su capacidad en materia de seguridad y su presencia en aras de asegurar la seguridad», añadió Rice en referencia a las recientes maniobras de la V Flota.
Precisamente, como respuesta a estas maniobras, el Ejército iraní cumplió ayer su tercera jornada de maniobras en las mismas aguas y anunció el lanzamiento de misiles de distintos tipos, incluidos varios de medio y largo alcance.
Asimismo, la web de la televisión iraní anunció la prueba con éxito del lanzamiento de un torpedo Hout, ya testado en 2006 y que fue entonces descrito como un «arma extremadamente rápida y capaz de destruir los submarinos enemigos».
Teherán anunció el miércoles el lanzamiento de varios misiles, entre ellos un Shahab 3, con alcance de 2.000 kilómetros, el doble de distancia que separa a Irán de Israel.
«No dudaremos»
El ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, advirtió a Irán de que el Estado sionista «ha demostrado en el pasado que no dudará en actuar para proteger sus intereses vitales de seguridad si son amenazados». Traía a colación el bombardeo en 1981 de un reactor nuclear inacabado en el Irak de Saddam Hussein, y el ataque el pasado año a Siria para destruir lo que, según el Pentágono, era una instalación nuclear secreta construida con ayuda norcoreana. «Tenemos que trabajar hacia un acuerdo (pacífico con Irán), pero si no, golpearemos a nuestro enemigo cuando haga falta», dijo Barak en un discurso en la sede del Partido Laborista en Tel Aviv.
Expertos minimizan
Varios expertos aseguran que una de las fotografías suministradas por Irán habría sido retocada. Concretamente señalan que una imagen que muestra cuatro misiles habría sido trucada para ocultar el fracaso en uno de los lanzamientos.
Mark Fitzpatrick, experto del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS) de Londres, va más allá y duda del éxito del lanzamiento del Shahab 3. «Este misil tiene un alcance de 1.300 kilómetros, que puede llegar a 2.000, pero para ello precisaría una ojiva más ligera que una tonelada». Exageraciones al margen, lo cierto es que 1.300 kilómetros son suficientes para atemorizar a Israel.
El gigante petrolero francés Total ha decidido no invertir en Irán «por el riesgo que ello supone», informó en su edición de ayer el periódico económico británico «The Financial Times».
El grupo, según el FT, tenía intención de hacer una importante inversión para desarrollar las grandes reservas de gas en Irán.
La decisión representa una victoria para el Gobierno de EEUU, que busca aislar a Teherán.
El diario señala que esta decisión del director ejecutivo de Total, Christophe de Margerie, se produce en plena escalada de la tensión entre Irán e Israel. «Asumiríamos un gran riesgo político al invertir en Irán porque la gente dirá: Total hará lo que sea por dinero», se justifica De Margerie.
Junto con la petrolera Petronas, de Malasia, Total tenía previsto desarrollar la fase 11 del campo South Pars y hasta ayer no había decidido renunciar a su interés en el proyecto.
Ya en mayo, la anglo-holandesa Royal Dutch Shell y la española Repsol YPF anunciaron su retirada.
La decisión del grupo francés es un duro golpe para Irán, que con muchas probabilidades no podrá aumentar sus exportaciones de gas hasta finales de la próxima década. Samuel Ciszuk, experto en energía de Oriente Medio de Global Insight, calificó la decisión de Total de un «golpe de muerte» para las ambiciones iraníes, puesto que no podrá obtener el conocimiento que necesita para proyectos tan complejos, incluso si trabaja con Rusia y China.
El FT resalta que EEUU considera que la inversión occidental y el traspaso de conocimiento al sector energético de Irán tiene un mayor impacto que las sanciones financieras.