Acostumbrados como están las ciudadanas y los ciudadanos vascos a soportar la demagogia y la mentira con la que los políticos, medios e incluso científicos españoles y franceses tratan los hechos sociales y culturales más elementales de nuestro pueblo -la lengua, las tradiciones, el patrimonio...-, y teniendo en cuenta la manipulación que se hace de los textos históricos del nacionalismo vasco -no así de los discursos del nacionalismo español o francés contemporáneos-, es normal que los estudios sobre genética poblacional generen reacciones diversas.

No obstante, es importante no caer en el error de desvirtuar el valor científico de esos estudios. Por ejemplo, la investigación de la que GARA se hace eco hoy en sus páginas, supone un avance importante en esa clase de estudios y ofrece nuevas líneas de trabajo que todos los expertos coinciden en calificar como interesantes y fructíferas. Pero tampoco se pueden menospreciar la importancia que estos estudios tienen para la salvaguarda de la diversidad humana. Cuestiones en las que los complejos, la ignorancia y los prejuicios no deberían tener influencia alguna.