«He salido a las seis de la mañana de trabajar y ya me he acercado; me he tomado un café y a la hora en la que abrían ya estaba aquí». Así se manifestaba Koldo Domínguez a la salida de la tienda Movistar de la calle Andia de Donostia. Su espera y esfuerzo habían dado fruto. A las 12.30 abandonaba el establecimiento con la última unidad del iPhone 3G de 16 gigas en la mano.

En Nueva Zelanda, el primer estado del mundo en el que ayer se pudieron adquirir estos teléfonos multimedia, hubo quien permaneció durante más de cuatro días ante una tienda de telefonía en Auckland.

Sin llegar a ese extremo, Domínguez aseguraba ayer que llevaba meses esperando que comercializaran este dispositivo. «Primero dijeron que lo iban a sacar en abril, luego que más tarde... Cuando escuché que salía hoy [por ayer] tenía claro que esperaría a la puerta de la tienda».

Tal y como comentaba una de las trabajadoras del establecimiento, Eluska Zamarbide, durante los últimos días ha sido incesante el goteo de personas que se han acercado para interesarse por la condiciones en las que se podía adquirir el teléfono. «La gente preguntaba sobre todo el precio, si se podía adquirir con puntos...», explicaba, al tiempo que se mostraba extrañada con el entusiasmo suscitado: «Cuando he llegado a la tienda la gente ya hacía cola para entrar y se va a tener que ir sin teléfono, porque hemos recibido muy pocos». En opinión de Zamarbide, el deseo de Apple es que este teléfono sea «un producto exclusivo».

Por una razón o por otra, lo cierto es que la distribución del teléfono multimedia ha sido escasa. En el citado establecimiento del centro de la capital tan sólo habían recibido 15 unidades, insuficientes para satisfacer a todos los clientes.

En la tienda Movistar -la operadora que ha acordado con Apple distribuir este teléfono en el Estado español- de la calle Fuenterrabía, también han atendido estos últimos días a numerosas personas interesadas con este producto, pero ayer todavía no habían recibido ninguna unidad. «Es posible que los tengamos la semana que viene», señalaba Sheila Pelaez, empleada de la tienda.

«Lo peor, el coste»

Hasta este establecimiento se acercó por la mañana Mauricio Fernández. «Su utilidad y su capacidad de sincronizar con el Mac son las dos cualidades que más me interesan», afirmaba. No obstante, reconocía que es la carestía de la cuota mensual el mayor inconveniente: «Por ahora habrá que esperar, no está la economía para eso».

Los habitantes de Lapurdi, Nafarroa Beherea y Zuberoa han de esperar hasta el próximo jueves, día en el que la operadora Orange lanzará el nuevo teléfono en el Estado francés. La compañía prevé que las ventas del iPhone 3G serán mayores que las de la versión anterior.

Si su expansión va a ser espectacular o no está todavía por ver. Pero lo cierto es que ya ha conseguido que se hable, y mucho, de él y que las empresas de la competencia y las que experimentan con nuevo soportes se pongan manos a la obra, para no quedarse rezagados.