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TOUR 2008 Frank y Andy están muy unidos, han realizado casi el mismo programa y disputan por vez primera juntos su gran objetivo

Los Schleck respetan el liderato de Sastre, pero apuntan su candidatura

Los hermanos luxemburgueses, hijos del gregario más fiel de Ocaña que participó en ocho Tours, se marcan el objetivo de entrar entre los cinco o diez primeros de la general y de ganar en la meta de Alpe d'Huez, donde Frank consiguió un triunfo inolvidable en el 2006.

Joseba ITURRIA | ENVIADO ESPECIAL

Frank y Andy Schleck llegarán mañana a su terreno preferido entre los catorce primeros de la general y, aunque respetan la figura de Carlos Sastre como líder único del equipo, en entrevista concedida a GARA se muestran ambiciosos y quieren acabar entre los mejores el Tour y reeditar la victoria del hermano mayor en Alpe d'Huez en el 2006.

Frank, a sus 28 años, espera confirmar el nivel que le llevó a ser décimo aquel año: «He demostrado que paso muy bien los grandes puertos y que recupero bien. Yo pienso que puedo hacer un gran Tour. Si me dicen que vuelvo a ganar la etapa de Alpe d´Huez y que acabo entre los cinco primeros lo firmo enseguida. También firmo que Carlos gane un Tour que preveo abierto. Veremos cómo responden Evans, Sastre y otros grandes campeones que pelearán por los puestos de honor».

Andy, de 23 años, señala que «tengo los pies sobre la tierra y quiero acabar bien el Tour. Me gustaría ganar también la etapa de Alpe d'Huez y hacer entre los diez primeros. Si he sido segundo en el Giro puedo estar con los mejores en el Tour. Carlos es el líder del equipo, pero nosotros no vamos a ser los que bajemos a buscar los bidones. Seremos los segundos líderes del equipo y, si nos encontramos bien, podemos estar entre los cinco primeros en las etapas de montaña y vamos a hacer todo para acabar lo mejor posible».

La satisfacción de estar juntos

Los Schleck son continuadores de una saga familiar que inició su padre Johnny. Sus dos hijos recuerdan que «fue diez años profesional y corrió ocho Tours. Era el mejor compañero de Luis Ocaña, corrieron juntos y nos ha dado la pasión por el ciclismo. Tenemos un hermano mayor, Steve, de 32 años, que también anduvo en bicicleta antes, pero no llegó a ser profesional».

Johnny fue un gregario ejemplar de Ocaña, pero eso no daba dinero para vivir de rentas y tuvo que pedir a su rival, Eddy Merckx, una bicicleta en la que empezó a andar Frank, que tuvo que pelear duro por hacerse un hueco en el ciclismo profesional tras su primera experiencia poco satisfactoria en el Di Nardi.

Ahora los dos se han hecho un hueco entre los grandes. Andy no responde al prototipo de hermano de un líder que se gana un sitio en el pelotón por su condición: «Los dos tenemos calidad y hemos demostrado que tenemos el derecho de estar aquí, porque yo antes del Giro del pasado año ya había hecho muy buenas carreras, aunque sí es verdad que Frank me ha facilitado estar a su lado».

Sorprendió a todo el mundo con su segundo puesto del pasado Giro, pero él esperaba estar adelante: «Preparé todo el año para dar mi mejor nivel. Primero pensaba que podía estar entre los quince primeros, luego entre los diez, después entre los cinco y al final me sentí mejor cada día y acabé segundo. Todo el mundo dice que la tercera semana es donde un debutante como yo podía pagar los esfuerzo, pero fue cuando mejor anduve y por eso subí al podio».

Frank destaca la buena entente que forma con Andy: «Tenemos un buen equilibrio entre los dos. Él me ayuda a estar tranquilo y a motivarme. Ya ha hecho segundo en el Giro, ha demostrado que es un gran campeón, ha encontrado su camino y no necesita que le dé consejos. Pero es importante que estamos muy bien los dos juntos».

Frank apunta que «es mi tercer Tour, pero esta vez para mí es mejor porque está mi hermano y eso nos ayudará mucho. Los dos hemos tenido casi el mismo programa con la única diferencia de que Andy iba a Tirreno y yo a París Niza. Nuestro primer reto eran las clásicas y después los dos nos hemos fijado el objetivo del Tour y veremos cómo sale. Tenemos un buen equipo, Carlos es el líder y nosotros intentaremos ayudarle lo máximo posible a él y además estar lo más arriba en la general y ganar una etapa».

En esa línea, Andy añade que su hermano «era el líder para las clásicas -realizó en la Lieja un trabajo sensacional para Frank- y yo he hecho mucho trabajo para estar bien en forma en esas pruebas, pero mi primer objetivo es el Tour. Correrlo es el sueño que tenemos todos los ciclistas profesionales. Hasta este año no lo conocía, pero no pienso que haya grandes secretos. O vas muy bien o mal».

Los Schleck tras brillar en la Lieja descansaron para volver a competir en la Vuelta a Luxemburgo y ultimar en la Vuelta a Suiza y en el campeonato de su país, ganado por Frank, su preparación de cara al Tour, aunque dejan claro que no son de los que se lo juegan todo a una sola carta.

Competir todo el año

Los Schleck no responden al prototipo de ciclistas que se limitan a preparar la ronda francesa. Como explica Frank, «tras el Tour corremos la Clásica de Donostia y al día siguiente vamos a hacer los Juegos. Somos de los pocos corredores que disputan desde el inicio de temporada hasta Lombardía. Hay muy pocos ciclistas que se marquen tres picos de forma en un año. He disputado París Niza, País Vasco y las clásicas de las Árdenas en el primero, ahora llegan el Tour y los Juegos y al final de año el campeonato del Mundo y Lombardía. Y hasta el momento nos ha ido bien a los dos».

Andy apoya lo que manifiesta su hermano: «Entendemos que no hay que concentrarse sólo en una prueba porque puede pasar cualquier cosa, te puedes caer, ponerte enfermo... Es mejor no desaprovechar otras carreras. Además nosotros no queremos preparar una prueba con entrenamientos específicos, preferimos competir que entrenarnos».

Frank apunta que «eso no quiere decir que si hay un corredor que prepara sólo el Tour haga mal. Es una gran virtud conocer su cuerpo tan bien como para preparar un solo objetivo. Por eso nosotros tenemos menos presión en esta carrera. No estamos tan obligados. Somos corredores que podemos lograr resultados en todo el año y si no los conseguimos aquí o en los Juegos porque no tenemos un buen día o estamos enfermos no pasa nada. Damos siempre lo mejor posible y si no estamos con los mejores no es un problema si lo damos todo».

Además los dos se reivindican como corredores completos. «He demostrado que las clásicas ardenesas son buenas para mí y pienso que soy un corredor muy completo que puedo hacer bien las clásicas y un gran Tour», explica Frank.

Andy también quiere ser un ciclista completo: «Un campeón como Armstrong ha ganado siete veces el Tour, pero si quería podía haber ganado Lieja y Amstel». Frank apunta que «no se puede clasificar a un corredor antes de tiempo. Hace falta una experiencia, para ganar yo la Amstel la tuve que correr varias veces, conocer el recorrido... Andy también puede ganar el año próximo la Lieja porque tenemos las mismas características».

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