En el Zuazo ya cuentan los días para estrenarse en la élite del balonmano
Euskal Herria contará con tres representantes en la División de Honor femenina a partir de setiembre. Pese a la desilusión vivida en la Fase de ascenso, el Club Balonmano Zuazo devuelve definitivamente al balonmano vizcaino a la élite, donde se reunirá con Akaba e Itxako.
Amaia U. LASAGABASTER
El Club Balonmano Zuazo no ha podido encontrar mejor manera de celebrar su mayoría de edad. Campeón de Liga, y pese a la desilusión con la que concluyó la Fase final de ascenso, ha acabado consiguiendo su objetivo y forma ya parte de la élite del balonmano. El equipo vizcaino se une a Akaba e Itxako para disputar la División de Honor femenina -ahora Liga ABF- a partir del próximo trece de septiembre.
Un intercambio de derechos -que no una compra de la plaza, como apunta el presidente del club Aingeru Astorkiza- con el Roquetas es el que ha posibilitado finalmente el ascenso del Zuazo. El equipo almeriense, que basaba prácticamente todo su presupuesto en las ayudas institucionales, ha visto muy recortadas esas subvenciones, lo que le impide hacer frente a las obligaciones que conlleva la participación en la ABF. Derechos y obligaciones -incluyendo, por ejemplo, la ficha de jugadoras que defendían la camiseta de la escuadra andaluza- pasan ahora a manos del Zuazo, mientras el Roquetas toma su puesto en Primera Nacional.
Viendo las barbas de su vecino cortar -o más bien de sus vecinos, porque son varios los equipos que se encuentran en una situación delicada-, y pese a que esta temporada el presupuesto doblará ampliamente al de la anterior, una de las decisiones del club pasa, precisamente, porque sus cuentas no dependan en exceso de las instituciones, aunque Ayuntamiento de Barakaldo y Diputación Foral de Bizkaia ya han mostrado su disposición a colaborar en el proyecto.
Hará falta, sin duda, porque el salto de calidad no se limita al plano competitivo. El club tiene previsto incorporar un par de empleados, la mejora del estamento médico también es una de las prioridades, los desplazamientos serán mayores y, por tanto, más costosos; y las fichas de algunas jugadoras entran también en otra dimensión.
Pero el esfuerzo merece la pena. Bizkaia volverá a tener un representante en la élite. Algo que, en opinión de Aingeru Astorkiza, se echaba en falta, viendo la imagen de Lasesarre durante la pasada Fase de ascenso. «Había mucha gente y con un ambiente formidable, hay que darles respuesta», asegura el presidente, que también se lo toma como una recompensa a todo el trabajo que se realiza con el deporte de base, no sólo por parte del propio Zuazo -cuya escuela trabaja con casi 200 niñas-, sino por el resto de equipos del herrialde. «Nosotros seremos la cabeza visible, pero no podemos quitar méritos a equipos como Etxebarri, Basauri, Ermua...».
Sin piel de cordero
Quizá por eso, el presidente del Zuazo no se conforma con la piel de cordero propia del debutante en este ingreso en la élite del balonmano femenino. «Evidentemente, el primer objetivo será la permanencia. Pero también nos encantaría clasificarnos para disputar, por ejemplo, la Cop», reconoce. Algo que, según Astorkiza, tampoco es descabellado. «Hay tres o cuatro equipos a un nivel muy alto, por encima de los demás; pero por lo que yo he visto hasta ahora, entre el resto de equipos hay mucha igualdad», explica.
Con ese objetivo, el Zuazo ya ha comenzado a configurar su plantilla, que seguirá dirigida por Juan Carlos Solar, pese a que el técnico seguirá ejerciendo de ayudante de Jorge Dueñas con la selección española: jugadoras como Ainhoa Garañeda, Dumitrita Berar o María Martín abandonan el equipo, pero a cambio el club se ha reforzado ya con Jessica Nogales, procedente del Etxebarri, la pivote Eli Negrín, que llega del Itxako, o la guardameta Jacqueline Oliveira, procedente del Roquetas e internacional con la selección de Brasil. En total, Astorkiza cree que permanecerán cuatro o cinco jugadoras del último proyecto, a las que se unirá media docena de fichajes, así como jugadoras con fichas del filial que puedan incorporarse al equipo en función de sus necesidades.