La autopsia dirá si el joven de Sestao murió electrocutado o al caer de la torre eléctrica
Consternación en Sestao tras conocerse la noticia de la muerte, el sábado, de un adolescente de 14 años que se había subido a una torre de alta tensión. La autopsia dictaminará si murió electrocutado o por la caída.
Joseba VIVANCO |
El análisis forense deberá aclarar si la muerte del joven de 14 años E.M. se produjo como consecuencia de la descarga producida cuando había accedido a un poste de alta tensión o si el fallecimiento estuvo motivado por la posterior caída desde varios metros de altura. Fuera como fuera, ayer en Sestao fue día de lamentos por la desgracia ocurrida la tarde del sábado y también de reproches hacia la falta de seguridad en el entorno de estas torretas.
El accidente ocurrió en el barrio de Markonzaga, en la zona de aparcamientos conocida como Las Canteras, a última hora de la tarde cuando algunos jóvenes decidieron subirse a una torreta de alta tensión.
Algunas fuentes señalaban que el fallecido accedió a la misma junto a otro amigo, si bien éste se quedó a distancia, recibiendo el primero una descarga y precipitándose al suelo, muriendo en el acto. Por su parte, otras informaciones apuntaban ayer que el fallecido se subió para advertir a otros compañeros de que la situación era peligrosa y, entonces, recibió una descarga que le tiró de la torre o, simplemente, se cayó.
Un experto en estas líneas de alta tensión explicó a GARA que «si recibió una descarga, ésta deja huellas claras en el cuerpo, de entrada y de salida, como si de un orificio de bala se tratara». En este sentido, aclaró que para recibir un impacto así en una torre de 30.000 voltios como la del accidente, la víctima tiene que estar a unos 30 ó 40 centímetros del cableado, «donde se puede cebar el arco eléctrico». Es decir, la corriente generada por el cableado abarca una distancia a su alrededor; dentro de ella, cualquier parte del cuerpo humano actúa como un conductor. «Te entrará por la cabeza, la mano, el brazo... lo primero que entre en ese arco eléctrico que se forma», añadía.
Vecinos pide más protección
El alcalde de Sestao, Marcos Merino, dijo ayer lamentar la muerte de este chico, al que calificó de «formal, serio y responsable», y resaltó la tragedia que supone el suceso para su familia, agravada por el hecho de que se trataba de un hijo único. El Ayuntamiento, según añadió, abrirá una investigación para averiguar en qué condiciones estaba la torre y si se ha producido alguna irregularidad.
Varios vecinos pidieron que se eliminen, o al menos se protejan, las torres para que niños y jóvenes no puedan acceder a ellas «fácilmente». Denunciaron, igualmente, que la zona se encuentra «descubierta, sin vallas ni nada», y aseguraron que los jóvenes «a veces juegan a ver quién sube más alto».
La legislación respecto a la seguridad de estas torres eléctricas no sólo comprende las conocidas «placas de riesgo eléctrico» que figuran a pie del poste para prohibir su acceso, sino que las vallas «antiescaladas» de hasta dos metros de altura a su alrededor son obligatorias cuando se encuentren en lugares «de pública concurrencia».
Ahora queda por determinar si el lugar que alberga esta torre entra o no en esa definición legal.
Iberdrola asegura que estas torres de electricidad cumplen con todas las normas de seguridad. Deben estar protegidas para impedir su acceso aquellas que estén en zonas denominadas «de pública concurrencia».
No es necesario tocar los cables de alta tensión para sufrir una descarga eléctrica; basta con acercar alguna parte del cuerpo a 30 ó 40 centímetros de éstos para entrar dentro de lo que se llama «arco eléctrico».